DEPORTES
› GETZELEVICH, CAUTO PILOTO DE LA ILUSION DEL VOLEY
“Volver al podio es un sueño”
El voley argentino afrontará a partir de mañana lo que se sueña sea un “revival” de las jornadas del Mundial del 82. De aquel tercer puesto a esta ilusión habla y compara su entrenador.
› Por Adrián De Benedictis
Un día. Apenas eso es lo que falta para que el seleccionado argentino de vóleibol inicie su camino mundialista. Después de 20 años, la Selección Nacional volverá a ser local con la ilusión de repetir todas las imágenes registradas allá por 1982, cuando el tercer puesto logrado provocó una gran euforia en el país. Para ello, hay un hombre que, a los 40 años, intentará conducir al plantel hacia esa consolidación. Carlos Getzelevich, el entrenador argentino, dialogó con Página/12 y explicó sus sensaciones previas a la gran cita. Después de tres años al frente del equipo, el ex jugador de Scholem Aleijem, Ferro, y Catania de Italia, vivirá nuevamente la experiencia como cuando lo hizo como jugador en el ‘82, pero en esta oportunidad será del otro lado de la cancha.
–¿A qué aspira Argentina en este Mundial?
–Creo que el objetivo es poder revalidar el lugar que tiene la Argentina hoy, en el contexto del voley internacional. En este momento estamos dentro de los ocho mejores equipos del mundo, y para nosotros no va a ser una tarea fácil mantener ese nivel. Pero principalmente, el primer objetivo es ése.
–¿Hay algún tipo de exigencia de parte de la Federación Argentina (FAV) por alcanzar una ubicación determinada, teniendo en cuenta que el Mundial es en el país?
–No. Digamos que la presión la pone uno mismo, y tal vez también la gente, que cuando te ve por la calle te pide, te hace notar su ilusión. Pero hay que tener el realismo suficiente como para saber dónde estamos parados y, sobre todo, a qué apuntamos.
–Después de una participación bastante floja en la Liga Mundial, ¿te preocupa cuál será la respuesta del equipo?
–En la Liga, en general, no tuvimos un gran desempeño sobre todo en el exterior. El nivel del equipo jugando de local me conformó. Y después lo seguimos sosteniendo en los partidos con Cuba, y en los encuentros amistosos que tuvimos esta semana. El equipo jugó mejor y creció bastante, ahora esperemos tener la suerte de no tener lesionados y, sobre todo de tener lucidez en los momentos difíciles. Ahí es donde tendrán que aparecer los jugadores clave.
–¿El cuarto puesto que se alcanzó en Sydney hace dos años es la escala real de este equipo?
–No, no, para nada. En ese momento nosotros dijimos que ése fue un gran trabajo que se hizo para llegar a los Juegos Olímpicos, y tener el oportunismo que tuvimos de quebrar a Brasil. Nunca nos creímos que éramos los cuartos del mundo, sino de que jugamos a un gran nivel, y que resolvimos bien en el momento justo para vencer a un grande.
–Una de las falencias que se le ve a la Selección son las respuestas anímicas, ¿creés que ya no se repetirán en este Mundial?
–Me parece que es anímico pero también es técnico. Cuando no hay respuestas técnicas el ánimo decae, y nosotros para jugarle a cualquier rival necesitamos mucho de lo espiritual. En los últimos 60 días trabajamos mucho en ese aspecto, porque ahí está el crecimiento del equipo. Ahora esperemos que la evolución se pueda plasmar en la competencia.
–¿Y el hecho de ser local puede jugar a favor o en contra?
–Espero que sea positivo. A uno lo emociona saber que hace 15 días están todas las entradas vendidas para ver el partido inaugural y es mucha presión la que hay poder soportar. Igualmente, si nosotros rendimos, esa presión va a ser a favor, y el público también nos va a poder apoyar, además de disfrutar del partido.
–Muchos consideran que éste es un grupo carismático pero que no consigue resultados...
–Creo que cuando el equipo fue a conseguir un resultado, como en los Juegos Olímpicos, lo consiguió. Pero si uno es consciente de laslimitaciones que tiene el equipo, sabe contra quién se está enfrentando y todo el esfuerzo que hacen los jugadores y el cuerpo técnico para estar a este nivel... Hay que ser realista. Uno no se puede abstraer de lo competitivas que son las ligas italiana, brasileña, francesa o rusa. Son potencias que, si se las compara con lo que se trabaja en la Argentina, enfrentarlos se hace realmente complicado.
–¿Después de lo que consiguió la selección de básquet tendrán una exigencia extra?
–No hay mezclar los deportes, cada uno tiene su historia propia. Nosotros felicitamos por lo que hicieron a los chicos del básquet, pero no se pueden comparar ambas cosas, y sobre todo con diferentes grupos. Creo que son situaciones distintas.
–¿Repetir lo del ‘82 es una utopía?
–Digamos que no es una utopía, es un sueño. Es difícil de alcanzar pero no imposible. Ese es justamente el sueño: estar en el podio.
–Cuando asumiste en julio del ‘99 dijiste que apuntabas a capacitar talentos, y a un cambio generacional en el equipo. ¿Lo pudiste conseguir?
–En cierta medida sí, creo que se fueron dando estas cosas. En un primer momento, se hicieron algunos cambios con algunos jugadores que todavía permanecen, como Bidegain o Meana, y ahora se incorporaron otros jugadores jóvenes como Darraidou, Giani o Porporatto. Me parece que en la medida en que los jugadores respondieron se pudo hacer, y después del Mundial seguramente habrá más jugadores con los que hemos trabajado, como Efrón, Sholtis y Peralta. Ellos tienen un gran futuro, y a algunos les alcanzó para estar en este Mundial. Los otros seguirán el proceso y también podrán afirmarse más adelante.
–Con este Mundial se termina un ciclo, y algunos jugadores dejarán la Selección. ¿Para vos también es una despedida?
–Yo me tomaré el tiempo suficiente para esperar, y luego determinar la situación puntual de lo que significó el Mundial. Habrá que ver cuál es el proyecto que hay para el futuro.
–¿Tu labor hasta acá te deja conforme?
–La primera parte sí me deja conforme, inclusive fue más de lo que esperábamos. Ahora, para analizar la segunda, hay que esperar un par de semanas.
–Y de todo lo anterior, ¿hay algo que hubieras cambiado?
–No, para nada. En ese sentido estoy muy satisfecho.