La nadadora Georgina Bardach no aguantó más y se descargó con todo. Molesta con el accionar de la Secretaría de Deportes y Confederación Argentina de Natación (Cadda), la cordobesa aseguró que “no iría a la Casa de Gobierno” si gana una medalla en los Juegos Olímpicos de Beijing. Y se justificó diciendo que existe “un gran desinterés” de parte de los funcionarios deportivos hacia los atletas argentinos, “que se ve claramente en las carencias que sufren día a día en el Cenard”.

Bardach venía protestando hace tiempo, porque le debían los 4 mil pesos de las becas extraordinarias que les habían prometido a todos los deportistas clasificados a Beijing. Pero pese a cobrar ese monto de dinero días atrás, el enojo no paró y ayer nuevamente se hizo visible en declaraciones radiales. “Protesté y cobré la plata que me debían, pero las otras chicas me preguntan por qué no cobraron. Se ve que me pagaron a mí para que no hablara más”, sostuvo la nadadora, que se mostró muy furiosa, sobre todo con el presidente de Cadda, Alejandro Legasa. “A él lo llamamos muchas veces para preguntarle por la beca y no atendió nunca. Pero nos llamaron 17 veces para saber si íbamos al acto (el que se realizó ayer en el Cenard con la presencia de la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner)”, dijo Bardach, medalla de bronce en Atenas 2004.

Pero las quejas de la nadadora cordobesa no se limitaron sólo a cuestionar la actitud de la dirigencia de la Confederación Argentina de Natación. También se refirió a las “carencias” que debieron afrontar los atletas en la preparación previa a Beijing. “No es complicado, tienen que comprar cuatro termotanques. Encima pusieron diez mil pesos para limpiar el Cenard porque iba la Presidenta, pero no tienen para las duchas”, se quejó la nadadora, que redobló la apuesta: “No iría a la Casa de Gobierno ni para un homenaje. Prefiero que pongan el dinero en el deporte y no en eso. Sería muy hipócrita si voy después de todo lo que hablé”.