Las durísimas críticas que formuló Georgina Bardach a la política de la Secretaría de Deporte que conduce Claudio Morresi dejaron huellas que serán difíciles de borrar. El funcionario pretendió comunicarse con la nadadora en tres oportunidades, pero ella nunca respondió sus mensajes. En Córdoba, la provincia de la medallista olímpica en Atenas 2004 (ganó el bronce en los 400 metros medley), un especialista que la conoce demasiado la definió como “inescrutable, porque da la ambigua sensación de que es espontánea como deja la sospecha que calcula demasiado lo que dice”. Como fuere, las declaraciones de la deportista motivaron un llamado de la ministra Alicia Kirchner a Morresi (Deporte depende de la cartera de Desarrollo Social) y dejaron atribulado al ex futbolista, quien les confió a sus más íntimos colaboradores la “terrible injusticia” que significaron esas acusaciones públicas.

En una columna del diario La Voz del Interior, el periodista Germán Negro escribió el lunes 7: “Bardach seguramente no olvida que fue una de las figuras más utilizadas por el gobierno cordobés de José Manuel de la Sota”. En la Secretaría de Deporte de la Nación creen que el ex gobernador cordobés está detrás de las declaraciones de la nadadora. Incluso deslizan que habría existido una reunión en la Agencia Córdoba Deportes (que gerencia la actividad en la provincia) entre Bardach y De la Sota.

No parece lógica esa hipótesis si se retrocede en el tiempo y se observa cómo fue la relación entre la deportista y el político cuando aquél estaba al frente de la gobernación. En el 2000, el poder local quiso obligarla a competir en los Juegos Binacionales disputados en Chile (cuando acababa de llegar de los Juegos Olímpicos de Sydney) y, como ella se negó, le retiraron la beca que recibía. Por entonces, Bardach cobraba salteado la ayuda de 300 pesos que le otorgaba la Secretaría de Deporte. Jorge, el padre de Georgina, le inició un juicio al gobierno provincial y a la agencia, no aceptó llegar a los acuerdos que le proponían, hasta que un día declinó la demanda.

Al hombre, un empleado bancario, le atribuyen ideas progresistas, alejadas de la política del propio De la Sota. Pero en la secretaría que conduce Morresi no creen que la crítica de su hija venga por izquierda. De manera puntual, Osvaldo Arsenio, el máximo responsable del deporte de alto rendimiento, respondió ayer a una consulta de PáginaI12 sobre las afirmaciones de Bardach (que dijo que “falta agua caliente en el Cenard desde hace dos años”). “Afortunadamente, el centro está rehabilitado y, por mes, circulan en sus instalaciones unos 2000 deportistas. Si faltara agua caliente hace tanto tiempo alguien lo hubiera denunciado. Lo que dijo Georgina no es verdad”.

Por otra parte, Arsenio confirmó que en el ciclo olímpico comprendido entre Atenas 2004 y Beijing 2008, la natación (incluidos José Meolans y Bardach) recibió 3.200.000 pesos en concepto de becas, pago a entrenadores, viajes y otros rubros. No obstante lo cual, la nadadora –tres días después de sus polémicas declaraciones– ratificó, en una entrevista realizada por el diario cordobés, lo que había sostenido: “A mí me pagaron porque protesté, pero a los otros no (...) No tiene que ser así”. En la secretaría consideran un golpe bajo esta afirmación. “Eso y hablar de un comportamiento mafioso es más o menos lo mismo”, respondieron.

PáginaI12 llamó a Bardach en tres días sucesivos, pero nunca atendió su celular. La nadadora, que le dio una medalla olímpica a su deporte después de 68 años sin podios, deberá superar sus marcas más recientes y acercarse a la que consiguió en Atenas 2004 (4m37s51) si aspira a meterse entre las mejores de su especialidad, los 400 metros combinados.