La noticia se mantuvo oculta durante tres semanas –ocurrió dos días antes de que el plantel de Boca viajara a los Estados Unidos a realizar la pretemporada, el 11 de julio–, pero no por eso se transformó en material perecedero. A Pablo Migliore, el arquero suplente, lo agredió un barrabrava en las instalaciones del club antes de emprender el viaje. Según quien cuente el episodio, se trató de una trompada intimidatoria para conseguir dinero o de un juego de manos donde el Uruguayo (por ese mote se lo conoce al agresor) con un golpe involuntario le sacó la corona de un diente al número uno. Uso desmedido de la fuerza, podría colegirse.

PáginaI12 confirmó el hecho con cuatro fuentes diferentes que coincidieron en dos datos: sucedió en el interior de la institución (podría haber sido en el playón de estacionamiento) y estaban presentes dos jugadores más. Lo curioso es cómo no trascendió antes si en el lugar había más testigos (otros barras) y unos cuantos periodistas que cubrían el entrenamiento de ese día y andaban por las inmediaciones. “Le rompieron un diente”, le dijo a este diario una fuente que pidió reserva del nombre. En esa descripción coincidió con otros testimonios que dispersaron la noticia puertas adentro del club durante los últimos veinte días.

Migliore no pudo ser ubicado por este medio, pero habría negado lo sucedido. Sí pudo saberse que el mismo día de la agresión y/o juego de manos (lo que habla de cierta confianza entre los protagonistas) habría arreglado los términos de su nuevo contrato, un dato que tuvo muy en cuenta el barrabrava que decidió abordarlo. La comisión directiva de Boca, hasta donde averiguó este diario, se enteró de lo que pasó e inició una investigación. Pero el hermetismo es más fuerte. Sólo se filtró que el personal de seguridad habría sido reprendido porque el hecho ocurrió dentro del club.

El Uruguayo sería William Richard, el tercero en el escalafón de la Doce, que tiene su enésima interna desde que Rafael Di Zeo resultó condenado en una causa por coacción agravada. Este barra fue detenido el 23 de marzo pasado momentos antes de que Boca recibiera a Colón en la Bombonera. Pretendía ingresar a la tribuna, pero la policía se lo impidió y al ser identificado quedó demorado en la comisaría 24. En el corazón de la hinchada se cuenta que el Uruguayo es uno de los más pesados y nunca se llevó bien con el Rafa, ahora desbancado a manos de Mauro Martín, su sucesor en el comando de la Doce.

Migliore, la víctima en el episodio que ahora se difunde, es de los jugadores que más contactos ha tenido con la barra. Sus visitas a los condenados en el penal de Ezeiza o su presencia en lugares públicos en compañía de ellos cuando estaban en libertad (en una ocasión, con Hugo Ibarra repartieron juguetes junto a Di Zeo en el hospital Garrahan) certifican esa relación. Martín Palermo y Rodrigo Palacio también tuvieron la cortesía de llevarles palabras de aliento a los hinchas detenidos cuando los visitaron el miércoles 11 de abril de 2007, según un artículo que publicó aquella vez el diario Olé.

“Antes de ser de River me corto los dos brazos”, dijo este año el arquero, ratificando también que, además de jugador de Boca, es fanático de sus colores. La agresión que recibió, está claro, no le impidió emprender el viaje del 11 de julio. Esa noche partió hacia los Estados Unidos sin decir una palabra.