Su participación en la final olímpica de Atenas, en la que finalizó cuarto, ubicaban al remero Santiago Fernández como una de las esperanzas de la delegación argentina. Sin embargo, su flojo desempeño de ayer en el single scull masculino lo convirtieron en una de las decepciones, al terminar último en su serie y despedirse de la chance de luchar por una medalla sin siquiera haberse podido clasificar para las semifinales. Tampoco pudo avanzar a esa instancia en el single scull femenino Gabriela Best, que culminó quinta en su serie, aunque su performance está más acorde con sus antecedentes.

Fernández completó su participación con un tiempo de 7m27s60, a más de 37 segundos del ganador de su serie, el neocelandés Mahe Drysdale, y también muy lejos de los otros dos clasificados. Por eso, molesto con su producción, el remero argentino no se acercó a la zona mixta para charlar con los periodistas presentes.

Para Best, el resultado fue más lógico. Con un tiempo de 7m46s45, finalizó en la quinta ubicación en su serie, a 20s71 de la ganadora, la bielorrusa Ekaterina Karsten, y a casi 10 de la última clasificada a la semifinal, la neocelandesa Emma Twigg. “El saldo es muy positivo. Creo que corrí mejor que nunca, el tiempo es de los mejores que hice, pero no tuve suerte con la serie porque me tocaron rivales muy complicadas. Quizá si hubiese entrado en otra, habría tenido un huequito para meterme en las semifinales”, señaló Best, que ahora aspira a pelear por el 13º lugar.