El español Rafael Nadal, quien arrancará la semana como número 1 del tenis mundial, derrotó ayer por 6-4, 1-6 y 6-4 al serbio Novak Djokovic, número 3 del ranking, por las semifinales de torneo de tenis olímpico y ahora irá en busca de la medalla de oro cuando mañana se enfrente en la final con el chileno Fernando González, que ayer dio la sorpresa derrotando al estadounidense James Blake por 4-6, 7-5 y 11-9. Ambos ganadores ya se aseguraron como mínimo la medalla plateada, en tanto que los perdedores jugarán hoy por el bronce.

Nadal tenía una misión difícil, porque enfrente tenía a su principal perseguidor, Djokovic, que encima venía de eliminarlo recientemente en las semifinales del Masters Series de Cincinnati, y también le había ganado en semifinales del Masters de Indian Wells. Sin embargo, en lo que va del año, el español lo aventajaba en triunfos tras haberlo vencido en semifinales del Masters de Hamburgo y Roland Garros y en la final del torneo de Queen’s, y ayer salió a jugar en el estadio Verde de Beijing con gran determinación.

Apenas arrancó el encuentro, Nadal estuvo cerca de quebrarle el saque a Djokovic, pero éste defendió con uñas y dientes su servicio y logró salvarlo. Entonces fue necesario llegar al quinto game para que el primero quebrara el servicio del segundo (3-2) y tras mantener ambos sus saques cerrar la manga por 6-4.

En el segundo set, fue Djokovic el que logró quebrar a Nadal en el segundo juego para ponerse 2-0 arriba y luego 3-0 con su saque. Nadal sufrió en el cuarto juego, pero logró descontar, aunque luego el serbio, tras conservar su servicio en el quinto, volvió a quebrarlo y se colocó 5-1, para cerrar la manga con su saque y un contundente 6-1.

La tercera manga arrancó con un Djokovic que derrochaba confianza, más adelantado en la cancha y casi sin fallar. Pero en el décimo juego, Nadal consiguió quebrarlo en su segundo match point, al cabo de 2 horas y 10 minutos de partido.

Por el oro, Nadal enfrentará mañana a González (número 15 del mundo), que en una demostración de coraje y ambición se impuso ante Blake (8º) en un partido vibrante y extenso (duró 180 minutos), que tuvo jugadas polémicas y hasta desató el enojo del estadounidense, quien desperdició tres match point y confirmó así sus dificultades para vencer al tenista de Santiago, quien ya lleva cuatro años sin perder frente al estadounidense, desde París 2003.

Con la prematura eliminación del torneo de dobles y la precipitada salida del cuadro de su compañero Nicolás Massú, González cargó con toda la presión de conseguir una medalla para el tenis chileno, que en Atenas 2004 había conseguido dos preseas: oro en dobles junto a Massú y bronce propia en singles. Ahora, el abanderado de la delegación chilena intentará frente a Nadal subirse a lo más alto del podio; claro que, en caso de no lograrlo, se colgará la medalla plateada.