Hasta hace dos meses, todas las chances argentinas para la serie ante Rusia estaban limitadas a lo que pudiera producir David Nalbandian, el as de espadas del equipo. Sin embargo, el mal momento que atraviesa el cordobés y la impresionante racha que tuvo Juan Martín Del Potro motivaron que el panorama de la semifinal cambiara, ya que ahora hasta es posible soñar con una victoria sin siquiera un punto del cordobés. A punto de cumplir 20 años, Del Potro sabe que tiene una responsabilidad muy grande y la asume con naturalidad. Tanto que ayer aseguró que sueña con enfrentarse con Nikolai Davydenko, el mejor jugador ruso de la actualidad.

“Desde que empecé los entrenamientos me lo imagino a Davydenko enfrente. Pienso y sueño con eso, aunque también sé que no puedo pensar tanto”, comentó el jugador que cumplirá 20 años dos días después de la serie ante Rusia. Para Del Potro, que jugará su primera semifinal y debutará como local en Copa Davis, el partido contra Rusia será “muy parejo, en el que puede pasar cualquier cosa”.

Sobre sus preferencias, el tandilense explicó que no le gustaría abrir la serie. Por el contrario, para lograr un poco más de calma, la situación ideal sería jugar después de una victoria de Nalbandian. “Me gustaría jugar en segundo turno, y que primero gane David. Aunque también será decisivo el dobles”, admitió el tenista de 1,98m de estatura, que al iniciar las prácticas el viernes pisó por primera vez las canchas de polvo de ladrillo del Parque Roca de Buenos Aires, el estadio porteño donde se vienen realizando las series de la Davis. “Estas son situaciones nuevas que tengo que aprender a vivir y manejarlas lo mejor posible. Las expectativas son cada vez mayores. Espero no defraudar a nadie”, insistió la nueva estrella del tenis argentino. “El ambiente de la Copa Davis es espectacular. Esta semana no quiero olvidarla nunca”, aseguró.