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› BOCA Y RIVER DISPUTAN LA COPA DESAFIO EN MENDOZA
Superclásico en continuado
Con el máximo potencial que dispone cada uno, esta noche jugarán el primero de los tres clásicos programados en una semana. Debutan Crosa y Esnaider. Fonseca iría al banco.
Comienza la semana loca. River y Boca abrirán esta noche en Mendoza el primero de los tres superclásicos que se jugarán en siete días. Con casi todas sus figuras a disposición, los dos equipos apuestan a llevarse un triunfo en el primer enfrentamiento del año, aunque desde ambos lados coincidieron en que la prioridad es la puesta a punto de cara al Clausura y la Copa Libertadores. En Boca es probable que se produzca el debut de Diego Crosa, la única incorporación del equipo de Oscar Tabárez, mientras que en River podría estar desde el arranque Juan Esnaider, en tanto que Daniel Fonseca tal vez juegue algunos minutos en el segundo tiempo.
Los dos equipos llegan con mucha tranquilidad al compromiso de esta noche. Por el lado de River, el entrenador Ramón Díaz quedó conforme con el rendimiento que exhibieron sus dirigidos en el torneo de Mendoza, que se adjudicaron luego de ganarle 2-1 a San Lorenzo y empatar 0-0 con Independiente en el partido suspendido por un corte de luz. Sin embargo, la presión para River pasa por romper la hegemonía de su clásico rival, que en los cinco partidos del año pasado apenas dejó escapar un empate.
Para Boca, el principal objetivo para el entrenador Oscar Tabárez es comenzar a moldear el equipo de cara a los torneos que debe afrontar en la primera mitad del año. Sin la posibilidad de obtener los servicios de un centrodelantero como había pedido, el técnico apuesta por cambiarle la posición a Marcelo Delgado para que pueda cumplir esa función. En lo que va del verano, Boca derrotó 3-2 a Gimnasia con todos los titulares y cayó 1-0 con Racing con un equipo alternativo. La principal preocupación del entrenador uruguayo pasa por la discreta tarea que ha tenido hasta ahora la última línea, que obligó a ensayar en las últimas prácticas diversas tareas tácticas a fin de alcanzar un equilibrio de movimientos.
Con ese panorama, en los dos planteles surgieron voces en contra del exigente calendario. El arquero de River, Angel Comizzo, consideró que jugar tres clásicos en una semana es “una locura” y una muestra clara de la desorganización del fútbol argentino. “En algún momento se tendrá que mezclar y dar de nuevo porque esto está mal. Le quita seriedad. Y ojo que no es de ahora. Cuando yo me fui estaba igual. Lo malo es que sigue así”, remarcó Comizzo. Casi con las mismas palabras se pronunció Mauricio Serna: “Me parece una locura estos tres partidos contra River en una semana. Si fuera por mí, no jugaría ninguno de estos partidos de verano”, señaló Serna.