En un partido sensacional, Racing ratificó que atraviesa un gran momento en el presente torneo Apertura. El conjunto que dirige Juan Manuel Llop volvió a demostrar que puede jugar muy bien, tuvo una actuación aplastante y goleó 4-1 a Central, que estuvo todo el partido entre las cuerdas y cosechó su tercera derrota consecutiva. El gran rendimiento de Maximiliano Moralez (otra vez figura y ayer autor de dos goles) fue uno de los pilares fundamentales para la construcción de esta gran victoria, que devuelve a los de Avellaneda la esperanza de mirar un poquito más arriba en la tabla de promedios y también la de posiciones.

De arranque, lo de Racing fue arremetedor. Presionaba en el medio, tenía mucha movilidad de tres cuartos de cancha hacia adelante y encima controlaba con demasiada facilidad la circulación de la pelota. Así, el gol llegó como consecuencia de tanta decisión del local, que volcando su juego por la derecha creo muchísimas situaciones de peligro.

La apertura del marcador llegó a los 20 minutos, cuando Zuculini tomó la pelota a metros del área y rodeado de defensores rosarinos, encaró, pasó (ayudado un poco por la fortuna) y definió al primer palo ante la salida de Broun, que apenas atinó a tocar la pelota.

Pero, al contrario de lo que todos pensaban, el tanto no tranquilizó la búsqueda de los de Avellaneda, que con toda la confianza fueron por mucho más y consiguieron aumentar el marcador. El segundo gol llegó por un grosero error de la defensa de Central, que se durmió, tras una excelente jugada de Moralez, que terminó en agarrón de Paglialunga adentro del área y penal, que el chiquitín se encargó de traducirlo en gol.

Fue el golpe de nocaut para los rosarinos, que para colmo con la expulsión de Broun sumaron un problema más a los tantos que ya poseían. El único lunar entre tantas virtudes de Racing fue el regalo que los hombres de Llop les terminaron otorgando a los visitantes sobre el final de esa primera mitad, cuando Sosa tocó mal para atrás, Vizcarra se avivó y terminó construyendo un penal dudoso, que Cristián González no desaprovechó.

El complemento fue todo igual. Fuera de la propuesta inicial de los rosarinos de buscar aunque sea el descuento, que acaso pudo estar en los pies de Zelaya, Racing siguió siendo claramente dominador. Ayudado por los grandes espacios que dejaban libres el mediocampo y la defensa rival, y apoyado en la gran velocidad de sus futbolistas, en un par de contraataques la goleada no tardó en llegar. Y la sentenció con una corrida fenomenal de cincuenta metros, el mejor jugador de la cancha, que eludió sin problemas al arquero y la empujó al fondo de la red. Fue 4-1 y un merecido festejo, porque hacía tiempo que Racing no se daba ese gusto.

4- RACING

Martínez Gullota; Sosa, Aveldaño, Cáceres, Shaffer; L. González, Yacob, Zuculini, Lucero; Moralez, Lugüercio.

DT: J. Llop.

1- CENTRAL

Broun; Boggino, Ribonetto, Branghieri, Danelón; Zarif, Borzani, Paglialunga, C. González; Zelaya, Vizcarra.

DT: P. Sánchez.

Estadio: Racing.

Arbitro: Javier Collado.

Goles: 20m Zuculini (R), 30m Moralez (R), 40m Lugüercio (R), 45m C. González (C); 75m Moralez (R).

Cambios: 29m Galindez por Danelón (C); 47m Ithurralde por Branghieri (C), 61m por C. González (C), 65m Prichoda por L. González (R), 70m García por Lucero (R); 82m Martínez por Sosa (R).

Incidencia: 28m expulsado Broun (C); 90m Núñez (C).