DEPORTES › A CINCO DíAS DEL RIVER-BOCA, Y CON CINCO ENTRENADORES DESPEDIDOS EN NUEVE FECHAS
Con los dos equipos más grandes del fútbol argentino sumidos en momentos de escaso relieve, la racha que se lleva puesto un técnico cada dos fechas puede generar otra sorpresa.
› Por Adrián De Benedictis
El fútbol argentino no logra escapar del laberinto en el que se encuentra, y en este Apertura ha vuelto a ofrecer una de sus peores caras. No hay nada más inestable en su ámbito que el cargo de entrenador, y a pesar de intentos de cambio las respuestas todavía no aparecen. En el actual certamen, ya han dejado su lugar cinco directores técnicos, cuando apenas se llevan jugadas nueve fechas.
El recuento no es menor en momentos en que se acerca el superclásico, con River antepenúltimo en la tabla, Boca atravesando una racha negativa y ambos entrenadores, Diego Simeone y Carlos Ischia, cuestionados. De hecho, la semana pasada –tras la puesta en escena de la turbulenta interna del equipo de la Ribera– ya circulaban nombres de eventuales reemplazantes de Ischia. Y el clima depredador respecto de un eventual derrotado en el superclásico y la consecuente suerte de su técnico parece ir instalándose.
Ramón Cabrero fue el último conductor que permaneció más de dos años en su cargo: asumió en noviembre de 2005 y se retiró en junio pasado, exactamente dos años y siete meses. Cabrero continúa en Lanús como coordinador del fútbol profesional, y nadie descarta que en el futuro vuelva a encabezar el plantel, teniendo en cuenta que fue una pieza clave para obtener el único título, el Apertura 2007. Otro que también se caracterizó por tener períodos largos fue Carlos Bianchi. En Vélez primero y en Boca después, el ex goleador decidió él en qué momento dejar el lugar. Primero para viajar a Italia, y más tarde por la “necesidad de descansar”. En su primera etapa en Boca, Bianchi permaneció tres años y medio, de junio de 1998 a diciembre de 2001.
Más allá de que han aparecido técnicos muy jóvenes que hasta podrían estar aún adentro de la cancha, ellos tampoco logran escapar de ese círculo en donde todo se acomoda a un resultado. El propio Marcelo Bielsa, cuando dejó el seleccionado en septiembre de 2004 luego de ser campeón olímpico, reconoció que no había podido “quebrar” ese sistema que los sigue envolviendo. La continuidad de Alfio Basile en el seleccionado comenzó a cuestionarse en los últimos meses. La victoria ante Uruguay aplacó un tanto los rumores, pero no demasiado.
El primero que decidió abandonar el puesto esta temporada fue Claudio Ubeda en Huracán. El ex defensor no pudo revertir un mal comienzo en el campeonato, tras iniciar la temporada con problemas en la conformación del plantel, y el conflicto particular que tuvo Hugo Barrientos con la dirigencia fue otro obstáculo para el conductor. Héctor Martínez se encuentra en ese sitio, mientras se espera el arribo de Angel Cappa.
Roberto Sensini puso punto final a su tarea en Estudiantes, después de que no lograra que su equipo adquiera un rendimiento alto, y la caída 2-1 ante Racing terminó siendo lapidaria. Como Estudiantes fue uno de los equipos que mejor se reforzó, tal vez la exigencia de parte de los directivos para con Sensini fue mayor y, al mismo tiempo, las presiones fueron en aumento. Leonardo Astrada comenzó a cambiar el clima en el equipo de Verón. De hecho, los mismos jugadores que no lograban ganar en el arranque, terminaron eliminando a Arsenal de la Copa Sudamericana, ganaron el clásico sobre Gimnasia y derrotaron a Boca en la Bombonera.
El otro conjunto platense no fue la excepción, y el uruguayo Guillermo Sanguinetti, el hombre que tiene el record de presencias con la camiseta de Gimnasia, no pudo enderezar el mal inicio y la derrota en el clásico sentenció su salida. Gimnasia tiene uno de los peores promedios y mucho riesgo de perder la categoría. Para tratar de impedirlo arribó Leonardo Madelón, el mismo que en Central logró evitar la Promoción la temporada pasada. Los dirigentes rosarinos argumentaron que pretendían “cambiar el rumbo”.
Pero ese “rumbo” no lo han encontrado todavía en Rosario: Pablo Sánchez se sentó en la silla de Madelón y ya se despidió del equipo que lo vio debutar como jugador. Central perdió 4-1 ante Racing y el ex volante se encontró acorralado. Sánchez dejó bien claro que él no renunció. Gustavo Alfaro tendrá su oportunidad.
El último eslabón de la cadena que arroja este Apertura fue Claudio Borghi. La derrota 1-0 ante Huracán fue su última presentación, y ahora regresó Miguel Santoro, quien había cumplido cuatro interinatos. El presidente del club de Avellaneda, Julio Comparada, explicó que se “equivocó” en ir a buscar la solución afuera, ya que Santoro era un hombre que trabajaba en la institución y sólo lo utilizaron por algunos partidos.
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