Quién hubiera dicho hace muy pocos meses –por no decir semanas– que la prosibilidad de que Andrés Silvera estuviese más o menos lesionado o listo para jugar pudiese ser un problema grave para Independiente. Sin duda que nadie. Ni siquiera el técnico Gallego, que hasta último momento, mientras estuvo abierto el libro de pases, buscó un reemplazante para el centrodelantero que, tras surgir en Huracán, deambulaba –de club en club– sin destino cierto. Pero todo ha cambiado: hoy es goleador y clave del puntero. Así, ayer se detectó que la presencia de Andrés Silvera ante Talleres es la mayor preocupación que tiene el líder Independiente. El delantero no participó de la práctica de fútbol que desarrolló ayer el plantel, pero el entrenador Américo Gallego estimó que el goleador tiene un ochenta por ciento de posibilidades de jugar. En caso de que Silvera no se recupere a tiempo del golpe que recibió en su pierna derecha en el entrenamiento del martes, su reemplazante será Pablo Cuba, que concentrará por primera vez desde que Gallego se hizo cargo del equipo.
Al igual que el miércoles, Silvera se movió de manera diferenciada a sus compañeros, aunque con mayor intensidad que el día anterior. Mientras sus compañeros jugaban un picado, el goleador del torneo trotó alrededor de la cancha, realizó algunos piques exigentes y mañana tendrá la prueba final para saber si juega. Por ese motivo, Gallego se mostró muy optimista sobre la presencia del delantero ante Talleres. “Tiene un ochenta por ciento de posibilidades de jugar. Hoy se movió con dolor y mañana lo vamos a probar fuerte, pero pienso que no tendrá inconvenientes para jugar”, aseguró Gallego. El cuerpo médico conformado por el doctor Juan Manuel Olivera y el kinesiólogo Raúl Alomar siguieron muy de cerca el trabajo diferenciado de Silvera y se mostraron conformes con su evolución.
Más allá de la confianza por la presencia de Silvera, Gallego informó que si no se recupera, el reemplazante será Pablo Cuba, que ayer participó en la práctica junto a los titulares. “Necesito un nueve de área, el más indicado en estos momentos es él. El jugador está con ganas, cabecea bien, tiene potencia. En caso de jugar él, Cristian Gómez iría al banco de suplentes”, comentó Gallego. De esta manera, el técnico pasó por alto el incidente ocurrido el miércoles, cuando Cuba no llegó a tiempo al entrenamiento y ligó un fuerte reto. “Lo que ocurrió fue que los titulares estaban citados una hora antes que los suplentes. Como yo sabía que Silvera no iba a poder hacer fútbol, quería incluirlo a Cuba y, al no estar en la práctica, opté por Francisco Javier Díaz”, aclaró el entrenador.
Mientras tanto, Gallego prefirió evitar la controversia que están fomentando varios jugadores de River referidas a que los árbitros favorecen a Independiente. “Ya bastante tengo para corregir los errores de mi plantel. Todo lo que digan es cuestión de ellos”, remarcó el técnico, que tampoco quiso meterse con el arquero Angel Comizzo, quien fue el que desató la polémica. “Comizzo es un hombre de mucha experiencia. Tiene el derecho de hablar todo lo que quiera, pero sin faltarle el respeto ni presionar a los árbitros”, indicó Gallego.