River no logra despertarse. La Copa Sudamericana tampoco sirvió como escape hacia un horizonte más claro. Y si la derrota ante Boca había provocado un gran fastidio, la caída de ayer frente a Chivas de México terminó de completar la erupción del volcán en el que se trasformó el estadio Monumental. El gol de Abreu en el descuento no logró atenuar el malestar que tenían los pocos hinchas que asistieron, y en dos semanas se sabrá cuál será el futuro del equipo en este certamen, debido a que tiene la obligación de revertir, en Guadalajara, los dos tantos marcados por los mexicanos.

Pero en México también se resolverá el destino del técnico Diego Simeone, quien en el caso de que el conjunto de Núñez quede eliminado tiene muchas posibilidades de abandonar el cargo. El reencuentro con la gente no fue ayer el mejor y se lo hicieron sentir desde el principio: “Ustedes perdieron con Boca pero nosotros volvimos a ganar”, fue el canto que se escuchó cuando apenas se jugaba un minuto.

Los jugadores intentaron entregar otro mensaje desde el campo, ya que a diferencia de lo que sucedió el último domingo ante su máximo rival, River exhibió una actitud diferente y fue en busca del arco adversario desde los primeros minutos. De esa manera fue convirtiendo en figura al arquero Hernández, quien le ganó un mano a mano a Fernández, y luego Tuzzio estuvo cerca con un cabezazo.

Al mismo tiempo, en las tribunas se jugaba otro encuentro. Desde lo alto de la popular se pedía “huevos”, pero la amenaza mayor llegó a los 19 minutos. “...si no ganan la Copa qué quilombo se va a armar”.

River controlaba el desarrollo del juego, y después de que Ojeda tuviera que esforzarse ante una entrada de Arellano, el arquero visitante respondió frente a dos tiros de Buonanotte y ante un cabezazo de Fernández. La presión del local continuaba y Abreu estrelló la pelota en el travesaño con un golpe de cabeza. Pero todo se dio vuelta cuando a los 44 minutos, Chivas se puso en ventaja con un gol de Arellano. El delantero definió con un toque de derecha, luego de un rebote que dio Ojeda por un remate de Solís.

El punto máximo de la bronca apareció al final de la primera etapa. “Jugadores, la c... de su madre, ... no juegan contra nadie” y el clásico “Orteeeega” fueron los “temas” que se escucharon.

River seguía sin responder en la segunda parte, y el ingreso de Rosales tampoco le aportó muchas soluciones. Para colmo, Chivas no se retrasaba y salía de su campo con prolijidad, aprovechando la desesperación de algunos jugadores locales. Y el gol de De la Mora, quien tocó de zurda luego de un desborde de Arellano, terminó de hacer explotar a los hinchas de River. El 6 de noviembre próximo se confirmará si el penal convertido por Abreu fue de importancia, porque el silencio primero y los silbidos después con los que despidieron a los jugadores dejaron en claro que para los seguidores no sirvió de mucho.

1- RIVER

Ojeda; Ferrari, Cabral, Tuzzio, Villagra; A. Fernández, Ponzio, Abelairas; Buonanotte; Falcao, Abreu.

DT: Diego Simeone.

2- CHIVAS

V. Hernández; Mejía, Reynoso, Magallón, Esparza; Araujo, Báez, Solís, Morales; Arellano, Santana.

DT: Efraín Flores.

Estadio: River.

Arbitro: Víctor Rivera (Perú).

Goles: 44m Arellano (C); 82m De la Mora (C); 90m Abreu (R), de penal.

Cambios: 55m Rosales por A. Fernández (R); 59m Olvera por Solís (C); 71m De la Mora por Morales (C) y Archubi por Ferrari (R); 75m Salcedo por Falcao (R); 82m Medina por Arellano (C).