Boca se trajo un mal resultado de Porto Alegre por culpa de Alex. Dos golazos desde lejos del zurdo atacante gaúcho lo dejaron con la manos vacías y con muchas complicaciones de cara a la revancha de los cuartos de final de la Copa Sudamericana, dentro de dos semanas. El equipo argentino fue perdiendo peso con el correr del partido y se desinfló definitivamente tras la expulsión de Noir.

El dibujo que presentaba Ischia, con cinco defensores y un solo delantero, suponía que Boca iba a plantear un partido cauteloso, con mucha espera y algún contraataque aislado para buscar el gol. Sin embargo, en la práctica, lo del conjunto argentino no resultó tan amarrete. Con volantes de buen manejo y mucha solidaridad de todos sus jugadores, consiguió dividirle la tenencia de la pelota al Inter, que sólo mostraba a Nilmar como una preocupación real en la ofensiva. El déficit de Boca fue la falta de profundidad, ya que Figueroa quedó siempre en inferioridad numérica para luchar frente a la defensa brasileña. Por eso, el buen traslado de Boca llegó sólo hasta tres cuartos de campo y no se tradujo en situaciones de peligro frente al arco de Lauro.

Sorprendidos con el juego de Boca, los brasileños tardaron varios minutos en tomarle la vuelta al partido. Y recién pudieron prevalecer en el desarrollo cuando promediaba la primera etapa, cuando Boca perdió la pelota y se retrasó en el terreno. Lo bueno para el conjunto argentino fue que en ese momento apareció Javier García, que con tres buenas atajadas en un minuto sostuvo el empate: Primero desvió al corner un tiro libre de D’Alessandro, luego tapó un remate de Alex y más tarde controló un cabezazo de Bolívar. Pasado ese sofocón, Boca recuperó su postura y volvió a controlar el trámite, aunque siempre lejos de molestar al arquero visitante.

Pero cuando parecía que todo iba a encauzarse por el mismo camino en la segunda etapa, Alex se salió del libreto y cambió la historia del partido con un golazo. El zurdo atacante encaró por medio, evitó el cruce de los defensores y sacó un remate rasante que se clavó junto al palo derecho de García. Boca sintió el impacto y perdió el orden que había mostrado hasta ese momento. Por el contrario, Inter recuperó serenidad y empezó a justificar la diferencia con mejor juego y llegadas frente a García.

A esa altura, estaba claro que a Boca le costaba cambiar el chip con el que se había programado. Por eso, pese a la desventaja, siguió con el mismo ritmo, como si el 0-1 no le disgustara tanto. Incluso, no se soltó, por más que Inter renunció a buscar otro gol y apostó por refugiarse cerca de su arquero. Claro que la expulsión de Noir cambió los planes. Inter se animó de nuevo, y otra vez apareció Alex para clavar un golazo, en una maniobra bastante parecida a la del primer gol. Así dejó la serie muy complicada para Boca, que debe ganar por tres goles para avanzar a las semifinales.

2- INTER

Lauro; Angelo, Indio, Bolívar, Gustavo Nery; Andrezinho, Edinho, Magrao, D’Alessandro; Alex y Nilmar.

DT: Tite.

0- BOCA

J. García; Barroso, Roncaglia, Forlín, Muñoz, Fondacaro; Chávez, A. González, Cardozo; Gracián; Figueroa.

DT: Carlos Ischia.

Estadio: Beira Río.

Arbitro: Jorge Larrionda (Uruguay).

Goles: 49m y 88m Alex (I)

Cambios: 45m Marcao por Gustavo Nery (I); 67m Gaitán por Cardozo (B) y Noir por Figueroa (B); 77m Sandro por Andrezinho (I); 85m D. Carvalho por Magrao (I) y Calvo por Chávez (B).

Incidencias: 78m expulsado Noir (B).