El entrenador de Tigre, Diego Cagna, apuntó ayer que sus dirigidos “tienen más hambre” de gloria que los jugadores de Boca y San Lorenzo, los otros dos equipos punteros del torneo Apertura, y destacó el hecho de que los de Victoria no dependan de ningún otro resultado para ser campeones o para llegar a una hipotética definición con los otros candidatos al título, a los que un escalón atrás también se les suma Lanús.

“Tigre ahora depende de sí mismo y eso es lo mejor que nos puede pasar, porque tenemos más hambre que San Lorenzo y Boca. De todas maneras, esta semana le pediremos la vuelta olímpica a Papá Noel”, manifestó el ex volante de Boca, quien se encuentra muy cerca de darle a Tigre su primer título de Primera.

Luego, el entrenador consideró “clave” las actuaciones de los delanteros Carlos Luna y Leandro Lázzaro para revertir el partido que Tigre perdía en el Gigante de Arroyito ante Central y que terminó dando vuelta 3-2 para volver a ubicarse en la punta de la tabla de posiciones. “Los dos fueron clave, pero me puso especialmente contento lo de Leandro, quien arrancó como suplente y terminó marcando su primer gol en el torneo”, remarcó el DT.

En la última fecha, Tigre recibirá a Banfield en el Monumental de Victoria y podría ser campeón si es que consigue un triunfo y Boca y San Lorenzo pierden o empatan. En ese sentido, remarcó que en caso de ser campeón no cambiaría su futuro como entrenador de Tigre. “Ser campeón no modificaría mi condición de técnico de Tigre. Ya hemos planificado la pretemporada y tengo contrato hasta diciembre de 2009, aunque nadie sabe lo que puede pasar mañana”, sostuvo Cagna.

Por su parte, Lázzaro vaticinó ayer que el campeonato no se definirá el domingo sino que habrá algún tipo de desempate. “Creo que va a haber una definición aunque no sé si para dos o tres equipos”, sostuvo Lázzaro, y con respecto a su equipo remarcó que “el grupo se merecía estar en una final de igual a igual”.