Cerca de 10 millones de dólares, la misma cifra que se gastó en 2009, es lo que le saldrá a la Argentina recibir al Rally Dakar en 2010, el año del Bicentenario. No saldrán de la caja chica los pasajes de avión de los competidores que vengan desde Europa, como pretendía ASO, la empresa organizadora de la prueba, pero un mayor aporte presupuestario por parte del gobierno de Chile, probablemente para ese fin, hará que ambos países tengan la misma cantidad de días de competencia, a diferencia de lo que sucedió este año, en el que el Dakar se disputó durante once días por caminos argentinos y sólo tres por los trasandinos. El anuncio oficial se hizo ayer en la quinta presidencial de Olivos.

En lugar de ir al sur, como en la edición pasada, que ganó el sudafricano Giniel De Villiers, el Dakar tomará rumbo al norte, buscando más arena y dunas y menos ripio y piedras. La prueba se pondrá en marcha desde Buenos Aires el 1º de enero de 2010 y tendrá su día de descanso el 8 de enero, en alguna ciudad costera de Chile aún no determinada, ya que la ruta definitiva recién se anunciará en las próximas semanas. “El nuevo recorrido previsto para la carrera fue trazado con la voluntad de repartir, en forma equitativa, las etapas y las dificultades entre la Argentina y Chile”, dijo Etienne Lavigne, titular de ASO.

Después del escándalo desatado con la muerte del motociclista francés Pascal Terry en La Pampa (la familia de Terry denunció en la Justicia francesa a ASO por “homicidio involuntario”), el fortísimo accidente del motociclista español Cristóbal Guerrero (que recién la semana pasada fue trasladado a su país desde Copiapó, donde estaba internado) y los frecuentes casos de extravío de competidores, los organizadores subrayaron una y otra vez la decisión de reforzar las condiciones de seguridad de la prueba, cuyos riesgos no suelen tener límites. El español Carlos Sainz, quien fuera líder del Dakar 2009 durante gran parte de su recorrido antes de abandonar en La Rioja tras caerse con su vehículo al lecho seco de un río, sigue sosteniendo sus críticas contra ASO, argumentando que un error en la hoja de ruta promovió el accidente que le costó la victoria.

Pero serán los pilotos los que deban sortear un último obstáculo en aras de una mejora de la seguridad. “Los pilotos deberán, por ejemplo, justificar una participación en un Rally del campeonato del mundo o en una prueba Dakar Series en los tres últimos años”, aseguró ASO, cerrando la puerta a los aventureros. “La idea general es partir hacia al norte para retomar terrenos más abiertos y accesibles en términos de competición”, dijo Lavigne. Un recorrido más accesible implicaría menos riesgos en términos de seguridad.

Además, se decidió que “cada vez que los equipos de reconocimiento lo juzguen posible y necesario, se preverán recorridos desdoblados para limitar los riesgos”.