River sumó una nueva frustración en el plano internacional, y el golpe volvió a desencadenar inestabilidad en la institución. De esa manera, se espera un clima con mucho malestar entre los hinchas mañana en el estadio Monumental, cuando el plantel reciba a Gimnasia de Jujuy. El entrenador Néstor Gorosito fue autocrítico el día después de la eliminación en primera ronda de la Copa Libertadores, remarcando que “por ahí” no tomaron el choque en Asunción como se debía, es decir, como una final. “Me duele todo esto. No sé, por ahí a este partido no lo tomamos como una final. Incluso jugando mejor que Nacional, en ningún momento pareció que se tratara de un encuentro decisivo”, remarcó Gorosito en declaraciones a Radio Del Plata.

Gorosito se lamentó porque para él el Grupo 3 era el más fácil del certamen continental y su equipo no hizo mucho para acceder a los octavos de final. “Antes de que se hiciera el sorteo, yo hubiera querido elegir integrar este grupo, contra estos rivales. Por eso, ahora siento impotencia y vergüenza”, reconoció.

El entrenador recordó que al asumir pidió algunos refuerzos de su gusto que no llegaron, insinuando que las cosas hubieran salido de otra forma con esos nombres. “A principio de año dijimos que se iban a necesitar algunas cosas. Y bueno, finalmente esas cosas no se pudieron concretar”, se lamentó.

River tendrá la próxima prueba mañana, frente a los jujeños, por la undécima fecha del torneo Clausura, que lo encuentra a seis puntos del líder Vélez. “Ahora hay que apuntar al domingo, no queda otra. Esto depende de nosotros. Todavía no tenemos una línea de juego. Acá somos todos culpables. Tal vez no llega bien mi mensaje”, concluyó Gorosito.

Por su parte, el delantero Radamel Falcao fue el único futbolista que exhibió en el aeropuerto de Asunción la desazón del plantel por la eliminación en la Copa. “Todos sentimos dolor por lo que sucedió. Esto duele, pero ahora viene un partido importante que tenemos que ganar para escalar posiciones en el campeonato local”, aseguró Falcao antes de retornar a Buenos Aires. Más allá del dolor por la despedida del certamen continental, el colombiano analizó las alternativas de la derrota frente a Nacional de Paraguay. “Cuando se consiguió el gol, el resultado nos favorecía y no lo pudimos sostener. No concretamos las oportunidades que tuvimos y nada más”, señaló.

La llegada de los jugadores fue muy particular, quizá para no repetir lo que fue el regreso de los futbolistas de San Lorenzo, rodeado por el escándalo. En este caso, los hinchas no se presentaron en Ezeiza para hostigarlos. Entonces, el micro que los trasladó se retiró sin problemas, pero cuando se dirigía por la autopista Richeri se detuvo, debido a que a la mayoría de los jugadores los esperaban sus familiares al costado de la autopista, y allí subieron a sus autos particulares.