Ferrari cosechó una derrota en su lucha contra la FIA por el nuevo reglamento para la temporada 2010 de la Fórmula 1, que sigue bajo la amenaza de la escisión y de la creación de un campeonato paralelo. Un día antes del comienzo de la actividad en el Grand Prix de Mónaco, la carrera más emblemática del Mundial (foto), un tribunal de París rechazó el recurso de urgencia que la Scuderia pedía para dejar sin efecto de manera inmediata el reglamento que la FIA aprobó el 29 de abril.

Ferrari apelaba a su derecho a veto cuando la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) realiza modificaciones del reglamento. “No hay riesgo de un daño inmediato que deba ser impedido, ni problemas jurídicos”, explicó en su razonamiento el juez Jacques Gondrand de Robert.

La escuadra italiana quería voltear el límite voluntario de 60 millones de dólares de presupuesto para 2010 y las ventajas técnicas que recibirán los equipos que se atengan a esa cantidad. La FIA considera la medida necesaria para recortar los gastos y para facilitar la entrada de más equipos.

Tanto Ferrari como Renault, Toyota, Red Bull y Toro Rosso han amenazado a la FIA con abandonar la Fórmula 1 si no se atienden sus peticiones de que no haya dos reglamentos diferentes. Los italianos reforzaron su posición: “Si no es posible alcanzar un acuerdo... Ferrari no participará en un campeonato que vería desvirtuadas las características que han hecho de la Fórmula 1 la categoría más importante”.

Los bólidos rojos están presentes en el Mundial de la Fórmula 1 desde su inicio, en 1950. “En esta situación, Ferrari continuará compitiendo en carreras de un calibre digno de la marca, manteniendo sus niveles de innovación e investigación tecnológica.”

“La FIA, los equipos y nuestros socios comerciales continuarán ahora el trabajo para asegurar el bien de la Fórmula 1 en 2010 y en adelante”, dijo por su parte Max Mosley, presidente de la FIA, tras la sentencia favorable. “Ningún participante debería poner sus intereses por encima del deporte”, dijo en alusión a Ferrari. Mosley ya opinó que sería posible una F-1 sin Ferrari. “La idea de que Ferrari es irremplazable no tiene sentido”, dijo hace unas semanas.

La casa de Maranello se reserva su derecho a seguir con la batalla jurídica y cree que el tribunal de París ha reconocido su derecho de veto y que lo podrá ejercer ante la Justicia ordinaria. “Las decisiones de la FIA se tomaron de manera unilateral sin respetar a los equipos”, criticó de nuevo Ferrari.

Aunque el tribunal aceptó “el derecho a veto de la Scuderia”, se mostró de acuerdo con la FIA en que debería haberlo empleado mucho antes, por lo que el plazo máximo de inscripción para los equipos que quieran participar en la F-1 de 2010 sigue fijado en el cercano 29 de mayo.

Ferrari está metida de lleno en la pelea y ayer mismo publicó en su página web un comunicado de sus trabajadores en el que se mofan de la entrada de equipos menores de la GP2 en la Fórmula 1 el próximo año gracias a la reducción de los presupuestos.

“¿Pero un campeonato con estos equipos, con todo el respeto para ellos, puede tener el mismo nivel que la Fórmula 1 de hoy en día, donde se enfrentan Ferrari, los grandes constructores automovilísticos y los equipos que han hecho la historia de este deporte?”, se preguntan. “¿No sería más adecuado llamarla Fórmula GP3?”, concluye el texto.

En la nueva temporada podrá haber hasta 13 equipos, y media docena de escuderías ya manifestaron su interés en entrar en la F-1, dado que ahora resultará mucho más barato.

Mientras, en Montecarlo, los pilotos se vieron obligados a tratar el tema. “Sería bueno que se hablara de nuevo más de deporte y menos de política”, pidió el brasileño Felipe Massa. El español Fernando Alonso fue más dramático. “Tengo miedo de que desaparezca la Fórmula 1, no de quedarme sin trabajo, porque creo que siempre tendría la posibilidad de correr. Otra cosa es que si se van los siete u ocho mejores equipos de Fórmula 1, deja de ser interesante, se convierte en una GP2 e igual no me gustaría correr.”