1 La Selección viene sufriendo con los arqueros desde hace mucho tiempo. No son éstas épocas muy distintas. Carrizo, que se tragó la humillación de los seis goles en La Paz, no tuvo la continuidad suficiente en la Lazio como para tener derecho a la revancha. Mariano Andújar, el arquero de Estudiantes, es la elección del momento, sin que logre despejar todas las inquietudes.

2 Tres defensores en el fondo. Maradona se siente más cómodo adaptando al equipo de acuerdo con las características del rival que imponiendo una idea propia acerca de cómo hay que jugar (lo que es preocupante). A Colombia –que además tendrá un solo delantero de punta– hay que atacarla, así que la decisión es clara.

3 Javier Zanetti, el jugador con mayor cantidad de presencias en la historia de la Selección, también merece la revancha por lo sucedido en La Paz. Tiene 35 años, pero acaba de salir campeón con el Inter, en el que es titular indiscutido. Pero Maradona prefiere guardarlo para el partido con Ecuador. Por eso en la práctica de ayer, el defensor recostado a la derecha fue Daniel Díaz, que ya ha hecho partidos en esa posición, y no hubo más variantes.

4 Martín Demichelis es un de los grandes hallazgos de la pasada era Basile, como Gabriel Heinze lo había sido con Bielsa. Ambos son indispensables para el entrenador actual. Si es línea de tres, uno barriendo el fondo, el otro cerrando a la izquierda.

5 A un año del inicio del Mundial de Sudáfrica, la tarea se duplica: ya no sólo se trata de clasificar a la Selección, sino de ir encontrando ya el equipo base para enfrentar la Copa del Mundo. Estos partidos de Eliminatorias hay que verlos también desde esa óptica: las chances que Maradona les da a sus jugadores son cada vez más valiosas y decisivas. En un sentido u otro.

6 Como no se aferra a un idea definida, sin Riquelme en la Selección, Maradona no ve la necesidad de pensar en otro enganche para el equipo. Pero confía en la personalidad de Juan Sebastián Verón para conducir el equipo en la cancha. Ya está claro que si el astro de Estudiantes aguanta físicamente, será titular durante lo que quede del ciclo Maradona.

7 Ese entusiasmo que Maradona siente por Javier Mascherano, que lo llevó a ofrecerle la capitanía como primer acto de gobierno, es compartido por el ambiente del fútbol. La presencia de Fernando Gago, en cambio, no genera tantas adhesiones, no sólo porque el volante del Real Madrid no tuvo el mismo rendimiento durante la temporada, sino por la peregrina concepción del doble cinco, otro “hallazgo” de la era Basile que no siempre es lo suficientemente flexible.

8 Aunque se haya ido al descenso con el Newcastle en la Premier League inglesa, Jonás Gutiérrez es otro de los jugadores fetiches de Maradona. Se instaló en la Selección en aquel partido contra Brasil en Belo Horizonte, cuando todavía Basile conducía; se salvó del papelón en La Paz a causa de una suspensión. A Diego lo conmueve la movilidad del volante ex Vélez por la izquierda, nexo entre el fondo y el ataque. Por ahora no tiene rivales en esa zona.

9 Lionel Messi no sólo es la máxima esperanza del fútbol argentino para consagrar a la Selección en Sudáfrica: es el as que, confía Maradona, torcerá el destino. El rosarino se carga de presión innecesariamente, como cuando dice “es una obligación ganar el Mundial”, pero está inflamado de la retórica maradoniana que domina el discurso de esta Selección por encima de los conceptos. Admite que no ha jugado con la celeste y blanca como con el Barcelona. Maradona espera de él ese salto de calidad, pero el equipo tendría que colaborar en la tarea.

10 Messi pidió jugar con Tevez y Agüero, y es casi un compromiso de Maradona acudir en masa a los bajitos, “los bravos” como los llama él, los que no congeniaban con Basile, los que pueden darle a este equipo un sello particular. El técnico va a insistir con este trío cuando sienta que la situación se lo permita: en Bolivia reservó al padre de su nieto y lo dejó en el banco. Pero si juntos toman confianza, Diego se juega por ellos. De acá al Mundial.

11 Otra certeza, pero más obvia: habrá varios cambios contra Ecuador. Como Maradona acomoda el equipo a la exigencia, cae de maduro. Saldrán los que se caigan físicamente y el esquema cambiará por un más conservador 4-4-2, con Zanetti y Papa como laterales, Maxi Rodríguez, Battaglia y Christian Giménez sumándose a Mascherano en el medio y Diego Milito o Lisandro López acompañando a alguno de los “bravos”.