El jefe de la barra brava de Huracán, Claudio “Cone” De Respinis, cuyo hermano murió el domingo a la noche asesinado por una interna de la barra, será llevado ante la fiscalía de Nueva Pompeya y Parque Patricios para declarar bajo juramento en la causa por los sangrientos choques que en la noche del domingo dejaron en total dos muertos y cuatro lesionados. El ministro de Seguridad, Justicia y Derechos Humanos, Aníbal Fernández, dijo ayer que “hay varias personas en proceso de detención”, por los incidentes. “Si este tipo de desmanes arranca por un negocio malhabido con los clubes, los titulares de clubes van a tener que pagar por eso”, advirtió.

En el caso de los barras, varios de los cuales ya están identificados por los funcionarios de la fiscalía por las filmaciones tomadas en la cancha de Huracán, serán citados con la advertencia de que serán llevados por la fuerza pública en caso de no acudir al primer llamado.

Si bien en la fiscalía a cargo de Adrián Giménez no pudieron comprobar si Cone estaba en la cancha el domingo –no le correspondía estar al figurar en la lista de inhabilitados por derecho de admisión– será citado también porque fue en su casa, en Luna al 1500, donde su hermano fue asesinado.

Después de una pelea entre miembros de la José C. Paz y La Zavaleta, por reparto de negocios dentro del estadio, cuatro integrantes de la última facción fueron a buscar a De Respinis y mataron al hermano. A raíz del asesinato se produjo la venganza de la José C. Paz, que procuraron encontrar a los agresores en la vecina Villa Zavaleta, produciéndose un enfrentamiento en el que terminó herida una mujer, Fernanda Nievas.

Orlando Sosa, el otro muerto baleado en cercanías del Hospital Penna, llevaba en un auto a Nievas a ese centro asistencial, pues los disparos le provocaron fracturas en una pierna.

Nievas será una testigo de alto valor habida cuenta de que los investigadores suponen que vio a quien arremetió a los tiros en su vivienda del asentamiento. La mujer es la única que, sin haberse aún profundizado la investigación, estuvo en dos de los tres lugares donde se produjeron los ataques: la Villa Zavaleta y las inmediaciones del Penna, adonde iba con Sosa cuando a éste lo balearon mortalmente.

También la fiscalía tiene los nombres de los dos heridos que se escaparon del hospital, Mario Rojas y Hernán Oncea, quienes integran la larga lista de testigos a convocar. Todos deberán declarar bajo juramento al ser testigos y sin la compañía de abogados.

Si en esos testimonios se hallan indicios de sospechas para los declarantes, el fiscal interrumpirá la audiencia para comunicarles a los comparecientes que están imputados y que deberán designar defensor.

En tanto, el restante herido, Cristian Bustamante, seguía internado en observación en el Hospital Penna, reponiéndose de sendas heridas de arma blanca en tórax y abdomen.

Aun cuando la Justicia ya determinó que no hubo un tercer muerto vinculado con la secuencia de enfrentamientos entre los barras de Huracán, persiste el enigma sobre un joven dado como fallecido en un supuesto intento de robo en cercanías del estadio el día del partido ante Arsenal, revelado por la directora del Hospital Penna, Angela Toscano.

“No hay registros” de esa supuesta víctima, sostuvo el subsecretario de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos (Subsef), Pablo Paladino, e inclusive señaló que la médica a cargo de ese hospital público se desdijo.

En la fiscalía se intentó averiguar tras los dichos de la médica si esa víctima fatal tenía relación con la sangrienta batalla entre barras y determinaron que no era así.

“La Policía Federal trató de identificar si existió un hecho de esta naturaleza fuera del ámbito del partido. No hay registros. Después la directora dijo que no, que no había ingresado un chico ni que había muerto, ni tampoco aparece en otro hospital. Se está buscando y se está investigando”, dijo Paladino en radio La Red.

“A las tres de la tarde terminó muerto un joven sin haber entrado a la cancha en un episodio por robo de un celular y zapatillas”, había dicho la médica.