Tras su polémico arbitraje del domingo, Gabriel Brazenas admitió que los errores que cometió en el partido Vélez-Huracán terminaron influyendo en el resultado del encuentro, que significó un nuevo título para el conjunto de Liniers. Según el árbitro, se equivocó en la jugada del gol de Vélez y en no señalar un penal en favor del equipo de Gareca, aunque evitó referirse a la maniobra que terminó con un gol mal anulado a Eduardo Domínguez por una inexistente posición adelantada. Ahora, el Colegio de Arbitros deberá resolver su situación, que probablemente pase por una o dos fechas sin dirigir cuando arranque el Apertura.

El eje de la polémica se centró en el gol de Moralez, que llegó luego de una falta de Joaquín Larrivey sobre Gastón Monzón, que el árbitro no señaló. Ayer, en su recorrida por varios medios, Brazenas reconoció que debió haber marcado la infracción del delantero sobre el arquero en la jugada previa al gol. Además, admitió que también falló en una jugada en la que Carlos Arano le metió un planchazo a Fabián Cubero, que debió ser penal y expulsión del defensor de Huracán. “Desde el living tengo que reconocer que me equivoqué en las dos faltas. En una debió ser penal para Vélez y expulsión de Arano, y en la segunda, tiro libre para Huracán”, aseguró Brazenas.

Para justificar sus decisiones, Brazenas se escudó en que en la cancha no pudo ver ambas jugadas y que estaba convencido de lo que había cobrado, pero que recién cuando lo vio por TV se dio cuenta de los errores. “Erré, porque apliqué un criterio que no tenía que aplicar. Cuando hago una autocrítica no puedo dejar de reconocerlo. Fueron dos errores que tuvieron que ver en el resultado del partido. Igualmente, esto lo puedo decir después de haber visto el partido cómodo por televisión, en el living de mi casa”, reconoció el árbitro. “Con los dos ojos que tenés no podés competir con la televisión”, comentó Brazenas.

Por los cuestionamientos recibidos, el juez aseguró que se encuentra muy triste, ya que sus errores resultaron determinantes para el marcador. “Este es un juego y este tipo de cosas hay que asumirlas. Es como cuando un jugador falla un penal. Fallé en dos situaciones clave que terminaron de cambiar el resultado”, admitió el árbitro, que las consideró “parte de la profesión”.

A pesar de reconocer esas equivocaciones, Brazenas se excusó de emitir una opinión sobre el gol válido que le anuló al central visitante Eduardo Domínguez, a instancia del juez asistente Ricardo Casas, por una supuesta posición adelantada.