La sorpresiva llegada del veterano Matías Almeyda a River provocó que el volante central Nicolás Domingo tenga intenciones de irse del club al sentirse “relegado”. “Si tengo una posibilidad de irme a otro lado lo voy a hacer. Para mi felicidad, para mi cabeza; si no, no voy a estar bien”, sostuvo Domingo, quien deslizó que hay una posibilidad de jugar a préstamo en otro club argentino, aunque se abstuvo de dar el nombre. El malestar de Domingo es una nueva esquirla que sumó River, luego de la caída ante Lanús en el debut de la Copa Sudamericana. Aun cuando aclaró que Almeyda es para él “un ídolo” y le deseó que le vaya “muy bien”, reconoció que por la posición en que quedó recibió “un golpe de la realidad”.

El arribo de Almeyda, que no juega profesionalmente desde hace cuatro años, sumó a la decisión del técnico Néstor Gorosito de ubicar para el partido ante Lanús a Mateo Musacchio como volante central, pese a que no es su posición natural, con lo cual Domingo vio el partido desde la platea. “A uno por ahí le genera realmente un vacío porque tenía muchas ilusiones. Primero Oscar (Ahumada) se podía haber ido en una transferencia. Ahora Oscar por desgracia se tiene que operar, y uno se ilusionaba con el partido ante Lanús para poder mostrarse”, dijo Domingo, a modo de lamento, por radio La Red. Gorosito, explicó Domingo, “ha optado por otro jugador que no juega en esa posición (por Musacchio). Lo habrá visto mejor que a mí”.