La Selección Argentina de básquetbol consiguió su gran objetivo del año. Pese a la ausencia de sus principales figuras, el equipo de Sergio Hernández logró su clasificación para el Mundial de Turquía con la derrota de Uruguay ante Brasil un rato antes de comenzar el partido que luego le ganó de manera agónica 80-78 a Puerto Rico, gracias a dos libres de Pablo Prigioni a falta de cuatro segundos y a otra completa tarea de Luis Scola, que terminó el partido con 25 puntos y 12 rebotes. Argentina cerrará hoy la etapa clasificatoria cuando se enfrente desde las 17 con Uruguay, que ya no tiene chances de llegar al Mundial. En semifinales, todo indica que volverá a cruzarse con su rival de anoche.

Con la clasificación garantizada, Argentina pareció salir demasiado relajada al encuentro. Con poca intensidad en defensa permitió varias conversiones sencillas del gigante Peter John Ramos, que le dieron a Puerto Rico una ventaja del orden de los seis puntos para manejar con tranquilidad el trámite. Argentina no encontraba espacios para su juego externo, por lo que se mantenía en partido con lo que generaban Scola y Román González bajo el tablero. Por eso, el primer parcial se fue con un cómodo 22-14 para los locales.

Para el inicio del segundo cuarto, dos cambios tácticos de Hernández modificaron la geografía del encuentro. El primero fue pasar a defender en zona, con un quinteto muy alto, sin escoltas naturales. El otro fue apostar por el tiro externo de Leo Gutiérrez como principal vía de gol. Y la apuesta salió perfecta. Primero, porque la defensa provocó tiros apresurados y pérdidas puertorriqueñas. Y luego, porque el alero de Peñarol metió tres triples consecutivos, que junto a un doble de Sandes le dieron a Argentina la delantera por primera vez en el juego. Como el parcial se extendió a 14-0, el equipo de Hernández pasó a ganar 28-22.

De ahí en adelante, Puerto Rico empezó a entender la manera de atacar la zona de Argentina. Pero como el conjunto nacional encontraba fluidez en ataque y unos porcentajes de efectividad en triples de ensueño, la diferencia la pudo mantener e, incluso, estirarla para cerrar el primer tiempo con seis puntos de diferencia (43-37).

El tercer cuarto marcó el dominio total del juego de Prigioni. El base argentino anotó desde larga distancia, asistió a sus compañeros y manejó los ritmos del ataque para que Argentina sostuviera una diferencia del orden de los diez puntos, que trepó hasta 14 en el arranque del último cuarto. Puerto Rico tiró el resto con lanzamientos triples de Ayuso y Ricky Sánchez, con lo que consiguió achicar a tres puntos a falta de 1.15. A esa altura, todo lo bueno de Argentina pareció perderse en el final, cuando equivocó las decisiones fundamentales del juego. Por eso, un triple de Ayuso puso la paridad en 78, con siete segundos. Pero como los locales también se equivocaron y cortaron con falta a Prigioni, el base sentenció el partido con dos libres, gracias a que el último intento desesperado de Carmelo Lee pegó en el aro y salió.