Sin sus delanteros recientemente incorporados, Esnaider y Fonseca, River intentará hoy tomarse revancha ante Boca por el 0-4 de Mar del Plata, cuando ambos conjuntos se enfrenten, a partir de las 22.10, en el estadio mundialista de Córdoba. El encuentro, válido por el torneo cuadrangular del que también participan Belgrano y Talleres, será el tercero y último choque Superclásico de este verano, es decir: el bueno, ya que el equipo de Ramón Díaz había logrado imponerse al del uruguayo Tabárez, en los penales, tras empatar (1-1) en el último minuto de juego. El marco de seguridad será extremo: 950 efectivos, habida cuenta de los incidentes entre barrabravas el sábado pasado en la costa.
Ramón Díaz concentró a sus jugadores 51 horas antes del partido, porque se trata de una gran oportunidad para cambiar la imagen tras la derrota con baile en Mar del Plata. Esa estrepitosa caída eclipsó la alegría del triunfo conseguido corriendo “de atrás” y por penales hace siete días en Mendoza. El partido de hoy será el “bueno”, por eso el entrenador riojano pondrá en la cancha lo mejor que tiene; sólo falta confirmar a Comizzo, quien sufrió una distensión y que cedería su lugar a Germán Lux.
Por el lado de Boca, Tabárez ya confirmó el equipo, que será muy similar al que jugó en Mendoza y no al que goleó en Mar del Plata. No estará el Mellizo Guillermo, suspendido –Carreño acompañará a Delgado– y por Serna ingresará Omar Pérez. En el arco estará Abbondancieri y Riquelme será el encargado de la creación, respaldado por Traverso y Battaglia. La defensa será la misma del primer partido.
En cuanto a la seguridad, un tema que después de Mar del Plata preocupa a espectadores, dirigentes y autoridades, la policía cordobesa dispondrá un gran operativo, con 950 efectivos: 200 controlarán los accesos a la ciudad y el resto estará en la cancha. Se realizarán, además, tareas de limpieza de escombros en el estadio, para que no queden a mano elementos contundentes. Y también se efectuarán operativos preventivos en las inmediaciones del Olímpico, inspeccionándose todos sus accesos en procura de evitar la introducción de bebidas alcohólicas y drogas.
Las entradas comenzaron a venderse ayer a buen ritmo –a un precio económico: 8 pesos la general, 15 la platea descubierta y 20 la platea cubierta–, por lo que se espera colmar la capacidad del estadio, unos 47 mil espectadores.