Dom 11.10.2009

DEPORTES  › TRIUNFO SUFRIDO Y CASI MILAGROSO DE LA SELECCIóN ARGENTINA ANTE PERú

Martín pescador nos dejará pasar

El equipo de Diego Maradona consiguió una victoria agónica ante un rival que no hizo nada en el primer tiempo y complicó mucho en el segundo. Abrió el marcador Higuaín, empató Rengifo y Palermo apagó el incendio, para soñar con el Mundial.

› Por Juan José Panno

Antes del final de película, cuando todavía estaban 1 a 0, algunos hinchas cantaron aquello de hay que poner más huevo y otros hinchas (o tal vez eran los mismos) un minuto después alentaban al equipo. Entraban en contradicciones los hinchas, no sabían para dónde disparar, tenían miedo, se sentían inseguros porque no llegaba el segundo gol y los débiles peruanos se habían agrandado y vislumbraban que podía llegar el empate fatal. La Selección Argentina da miedo porque tiene miedo.

El famoso miedo a la inseguridad del que habla la derecha vernácula a través de algunos noticieros y que parodia maravillosamente Diego Capusotto, no lo causan los piqueteros, los cartoneros, los pibes chorros ni los ladrones pesados ni los de gallinas, sino la Selección Argentina. No se siente seguro Maradona con Bilardo serruchándole silenciosamente el piso; no se sienten seguros los jugadores con Maradona, que todo el tiempo cambia de nombres y de dibujos tácticos; no se siente seguro Heinze, a pesar de que es uno de los que no sale nunca y bartolea más de la cuenta; no se siente seguro Messi, a pesar de que es otro de los titulares indiscutibles, porque no tiene los compañeros del Barcelona y le piden demasiado; no se siente seguro Mascherano, que no está en su mejor momento; no se sienten seguros todos cuando necesitan hacer un gol ni cuando deben defender el gol que finalmente consiguieron.

El miedo a perder lo que se había conseguido en el arranque del segundo tiempo después de luchar infructuosamente en el primero, hizo que Argentina se retrasara, perdiera la posesión de la pelota y le diera aire a un equipo peruano que hasta ahí había estado a la altura de sus antecedentes en las Eliminatorias y que asustaba menos que los suplentes de Ghana. Se asustó Maradona y por eso lo metió a Demichelis por Higuaín y se asustaron los jugadores mitad porque entendieron el mensaje y mitad por la tendencia natural a juntarse cerca del arquero, por las dudas.

El empate peruano y luego el gol de Palermo cambiaron el resultado y las sensaciones, pero no pueden transformar el análisis de la producción del equipo nacional.

Argentina insinuó en el primer tiempo, amagó con los encuentros de Aimar y Messi, pareció encontrarle la vuelta a la manija con Di María bien abierto por la izquierda, no tuvo ningún problema con los tibios ataques de la primera parte y hasta hizo creer que el partido iba a resultar un trámite en consonancia con la diferencia de jerarquía de los jugadores. El equipo que había arrancado bien, se diluyó en la segunda mitad del primer tiempo y avanzó un casillero cuando Aimar lo dejó solo a Higuaín, que resolvió con un buen derechazo cruzado.

Se podía suponer, por entonces, que se aliviaría la tensión, que la obligación del rival para ir a buscar abriría los espacios; que podía entrar Bolatti para tener la pelota en el medio y abastecer a los de arriba, pero no pasó nada de eso. Se acabaron las llegadas, se pinchó Aimar, se borró Di María, se acabó la idea de equipo ofensivo y los peruanos, los peores del colegio, los que ni siquiera habían rescatado un módico empate de visitante en todas las Eliminatorias, se dieron de cuenta de que de a poquito se podían acercar.

Y tanto se acercaron que Romero tapó maravillosamente un mano a mano y después hubo otra pelota que cruzó todo el arco y más tarde un desafortunado taco de Mascherano dio origen a una jugada que terminó con un cabezazo de Rengifo (a más de un veterano se nos cruzó la imagen de Cachito Ramírez en la Bombonera en el ‘69) y la pelota en la red.

Martín Pescador (¿nos dejará pasar al Mundial?) hizo el milagro y apagó el incendio.

Eso sí, el miedo sigue. La inseguridad también.

2- ARGENTINA

Romero; J.Gutiérrez, Schiavi, Heinze, E.Insúa (4); E.Pérez, Mascherano, Di María; Aimar; Messi, Higuaín.

DT: Diego Maradona.

1- PERU

Butrón; Prado, Zambrano, A.Rodríguez (5), Vílchez; Solano, Torres, Ballón, Vargas; Ramírez; Fano.

DT: José Del Solar.

Estadio: River.

Arbitro: René Ortubé (Bolivia).

Goles: 47m, Higuaín (A); 89m, Rengifo (P); 90m, Palermo (A).

Cambios: 46m, Palermo por Pérez (A); 65m, Palacios por Solano (P); 68m, Demichelis por Higuaín (A); 73m, Rengifo por Fano (P); 76m, F.Insúa por Aimar (A).

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