El mítico Dakar coquetea con Africa y podría regresar ya en 2011 al continente negro e incluso poner fin definitivo a su exilio en Sudamérica, luego de que se disputara en 2010 la segunda edición de la carrera en Argentina y Chile. En la presentación de la competencia, en París, Etienne Lavigne, director del Dakar, admitió que el regreso de la prueba a Africa en 2011 no está descartado. “En 2010 estaremos otra vez en Argentina y Chile, pero no podemos olvidar Africa. Tenemos muchas ideas para el sur y el este de Africa”, dijo Lavigne en París. “Para 2011 intentamos encontrar un magnífico recorrido, en Sudamérica o en otro sitio. También podría ser que la carrera se alternara entre Africa y Sudamérica”, añadió. Habrá 46 participantes argentinos.

Lavigne no olvida que la edición 2008 del Dakar tuvo que ser cancelada debido a amenazas terroristas y conoce muy bien los riesgos de un retorno. Pero al mismo tiempo afirma que “sería bueno volver a las fuentes”. Un factor importantísimo son los contratos por derechos de transmisión que embolsan los organizadores, Amaury Sport Organisation (ASO), ya que la diferencia horaria entre Sudamérica y Europa le resta atractivo a la prueba en el Viejo Mundo. Además, la presión de los ambientalistas contra la prueba es muy fuerte, sobre todo en Chile.

En Africa es todo muy diferente, y Lavigne lo admite sin sonrojarse. “Los Estados africanos no tienen aún estructuras suficientes para imponer tales exigencias”, afirma. Pero un retorno a Africa tampoco es fácil, porque persiste en cierta forma la situación geopolítica que trajo al Dakar al exilio sudamericano. “Si volvemos, será probablemente en Africa del Este, aunque mantenemos buenos contactos con la región del oeste”, reveló Lavigne.

En la edición del 2010, también golpeará fuerte la crisis económica. Menos de 400 vehículos (185 motos y cuatriciclos, 138 autos y 50 camiones) tomarán parte esta vez, frente a alrededor de 500 que lo hicieron en 2009, cuando el sudafricano Giniel de Villiers se llevó el primer triunfo en tierras sudamericanas a bordo de un Volkswagen.

“En Sudamérica somos invitados, Argentina y Chile nos dan 12 millones de euros para organizar la prueba”, explica, sin rodeos, Lavigne. “Estamos en un contexto económico difícil en general y en el automovilismo en particular. Pese a ello estamos muy contentos de la participación que tenemos, con casi 400 vehículos y los principales pilotos en las tres categorías”, aseguró Lavigne.

De los 138 anotados en la categoría de autos, 18 son argentinos. Entre ellos se distinguen Orlando Terranova (Mitsubishi N° 311), Gabriel Pozzo (Subaru N° 345), Billy Young (Toyota N° 361), Andrés Memi (Mitsubishi N° 371), Francisco Otaño (Monti 09 N° 380), uno de los integrantes de la dinastía Di Palma, José Luis (Toyota N° 403) y el ex navegante de Carlos Menem (h.), Víctor Hugo Zucchini (Toyota N° 414). Hay 15 argentinos en la categoría de motos y de los 27 participantes en cuatriciclos, 13 son argentinos, entre ellos Marcos Patronelli, que fue segundo en la anterior edición.