Boca navega el cierre de una de sus peores temporadas de los últimos tiempos, a mitad de tabla en el Apertura y ya perdida la chance de jugar la Libertadores 2010, y parece haberse puesto en marcha el operativo para renovar el plantel. “Desde la época de Mauricio Macri hasta hoy, en Boca se respetaron los contratos, más allá de que cada uno puede tomar sus propias decisiones –dijo ayer el vice José Beraldi, abriéndole la puerta a una renuncia de Alfio Basile a su cargo de entrenador–. Pero una cosa es segura: desde nuestro lugar, nunca se puso en duda la continuidad del técnico.”

“Con todo lo que Basile ganó, puede decirse que no se le dieron las cosas, pero no que no sabe –señaló Beraldi–. Además, arriba suyo hay un manager”, sugirió en dirección a Carlos Bianchi. “Nadie sabe por qué esto no funciona, pero todos queremos arreglarlo. Lo seguro es que la primera solución de Boca debe ser interna. Hay que olvidarse de la política”, señaló el dirigente, que perdió peso en las decisiones desde la llegada a la presidencia de Jorge Amor Ameal.

Beraldi coincidió con el vocal Horacio Palmieri en que se produjo un “desgaste” dentro del plantel, en el que habrá depuración. “Una cosa es segura: no podés sincerarte faltando cuatro fechas para que termine un campeonato. Lo haremos cuando finalice el torneo, de cara a la próxima temporada. Entonces, se harán las incorporaciones y ventas que se tengan que hacer, y los jugadores que se tengan que ir, se irán.” Presumiblemente esas decisiones las tomará Bianchi, pero Palmieri pidió “encontrar cuatro refuerzos que marquen la diferencia”.