La escudería Mercedes GP presentó ayer en Valencia el modelo W01 en el circuito de la Comunidad Valenciana-Ricardo Tormo, en donde el alemán Michael Schumacher rodó por primera vez sobre el vehículo con el que buscará su octavo título de Fórmula 1.

Después de tres años de retiro, el siete veces campeón mundial se ha convertido en una de las principales atracciones de la temporada 2010, tras abandonar su puesto directivo en Ferrari y fichar por Mercedes GP, que el año pasado se denominaba Brawn GP. Y sus primeras impresiones fueron positivas y optimistas, al punto de que aseguró sentirse como un niño con un juguete nuevo, al recuperar las mismas sensaciones que en sus comienzos en la categoría reina del automovilismo.

“En cierta manera es igual a 1991. ¡Honestamente! Cuando llegué a la Fórmula 1 me sentí en estado de shock en la primera vuelta, pero extremadamente excitado en la segunda”, declaró el germano tras la práctica en el circuito Ricardo Tormo junto con su compañero de equipo, el también alemán Nico Rosberg. “Hoy ocurrió exactamente lo mismo. Me siento como un niño con un juguete en las manos y que se divierte”, añadió Schumacher con una sonrisa. De los siete equipos que participaron del entrenamiento colectivo que se desarrollará hasta mañana, Schumacher se quedó con el tercer tiempo. Su nuevo vehículo presenta un diseño similar en su frente al que presentaba la temporada pasada el Red Bull RB5, mientras que la aleta ubicada en la cubierta del motor es inferior a la de los modelos presentados por Ferrari y McLaren, entre otros.

La jornada también sirvió para que el brasileño Felipe Massa rodara con su Ferrari por primera vez tras su accidente en Hungría. Y el piloto de la escudería se mostró en gran forma, ya que consiguió el mejor registro del día. Ese hecho motivó cierta nostalgia en el alemán. “En varias ocasiones vi mi auto, a mi viejo monoplaza en la pista, y yo no estaba al volante. Es una sensación extraña. Pero ha sido algo bueno volver a ver a mi hermano (por Massa) en los circuitos. Más tarde en la semana iré a visitar a mis amigos de Ferrari”, adelantó la leyenda viviente del automovilismo.

Por su parte, el brasileño también se mostró feliz y “sin miedo”, según aseguró. “Desde el punto de vista físico, me siento muy bien. Realicé más de cien vueltas y podría haber hecho el doble. Estoy contento de estar de vuelta en las pistas después de tanto tiempo mirando las carreras por la televisión”, señaló Massa, que también se sintió raro al ver a Schumacher en otra escudería. “Es un poco extraño ver un monoplaza plateado con un casco rojo. Sería más normal verlo en un auto también rojo. Fue agradable, divertido estar con Schumy en la pista. Cuando lo pasé me hizo señas”, contó Massa, que fue 373 milésimas más rápido que el alemán.