Huracán está en crisis estructural. El fútbol es sólo la punta del iceberg. La agencia de noticias Télam difundió ayer un pormenorizado informe respecto de su actualidad institucional y de los intentos de la cuestionada dirigencia para zafar de la situación. Sospechada de manejos irregulares en la administración de los fondos del club, la Comisión Directiva de Huracán habría comenzado la búsqueda de capitales privados para poder incorporar jugadores de “categoría” de cara al próximo torneo Clausura 2003: el fantasma del descenso es una realidad.
“Estamos en busca de un grupo inversor que quiera aportar plata para poder cubrir algunas deudas con el plantel actual y nos permita poder cumplirles a los refuerzos de jerarquía que queremos traer”, explicó el presidente, Marcelo Buenaga. En esta misión, Buenaga está secundado por un grupo de hinchas “notables”, en su mayoría gente del ambiente político: Juan José Zanola, Saúl Ubaldini, Rafael Pascual, Armando Cavalieri, Néstor Vicente e Inés Pérez Suárez acercaron a un grupo de empresarios que aportaría dinero. Los empresarios ‘quemeros’ que ya aceptaron fueron Edgardo Teikel, dueño de la cadena de farmacias TKL, Eduardo Bakchelian (Gatic), Raúl Ruibal (fabricante de juegos de mesa) y Carlos Girola (publicitario). Faltaría convencer a Fabián Bakchelian (empresario de marketing publicitario, hermano de Eduardo), Alejandro Ginevra (dueño de un grupo inmobiliario) y Ricardo D’Amato, presidente de la cámara de autopartistas Afac.
Pero como nada es sólo por amor a la camiseta, Buenaga explicó que “se está tratando de llegar a un acuerdo con los inversores y de darle un marco legal al tema. Ellos aportarían dinero y se quedarían con parte de los pases de algunos jugadores”, advirtió. Los convocados desembolsarían cerca de cuatro millones de pesos y a cambio recibirían un 30 por ciento de los pases de los pocos futbolistas profesionales que tiene el club o bien juveniles.
Los dos jugadores que vendrían con ese dinero saldrían de la lista que entregó el entrenador Carlos Babington. Hugo Morales y Roberto Trotta son las prioridades, en tanto Roberto Pompei quedó fuera porque Oscar Malbernat, técnico de Estudiantes, lo tendrá en cuenta para su equipo. Hay que recordar que ya se sumó Darío Gigena, a préstamo de Colón de Santa Fe. Sin embargo, la dirigencia no sólo tiene que preocuparse por la cuestión económica, sino que también tiene inconvenientes en el plano social. Ayer, un grupo de socios de Huracán se juntaron en la sede del club, en la Avenida Caseros 3159, para realizar una movilización con “banderazo” y presentar un petitorio con 400 firmas solicitando una asamblea extraordinaria, en la cual se vote la remoción de la actual Comisión Directiva. Héctor Miguel, uno de los representantes de este grupode socios que entregó el escrito, afirmó respecto de los actuales dirigentes que “tienen mal hechos los ‘dibujos’” y que por eso el club está atravesando “una situación crítica”. Y agregó Miguel: “Estas personas tienen que explicar varias cosas, como por ejemplo la venta de Luis González y la salida de Daniel Montenegro. Hay que echarlos a todos y hacer llegar a gente capaz”, explicó. Miguel ha encabezado una serie de escraches a la casa de Buenaga.
Así, no es necesario detenerse en la mirada preocupada del Inglés Babington para comprender que en Huracán todo está muy pero muy complicado.