Desde el domingo a las seis de la tarde, el fútbol argentino tiene un nuevo campeón, y por eso La Paternal sigue de fiesta, con la lógica sobredosis de emoción y alegría provocada por el logro de los jugadores de Claudio Borghi. Veinticinco años tuvieron que esperar los hinchas de Argentinos para volver a festejar y situarse nuevamente en la cima del fútbol argentino. Y lo que resalta aún más la coronación es que, aun sin jugadores de renombre, Argentinos fue el que más puntos sumó, un justo campeón, aunque no haya dejado números resonantes para la historia.

En un campeonato donde escasearon los goles (2,43 por partido) y en el que sólo tres equipos superaron la barrera de los 30 (Argentinos, Estudiantes y Newell’s), el conjunto de La Paternal fue el que desplegó el mejor juego a lo largo del campeonato y también el que más convirtió (35, 1,84 gol por partido). Pero, a su vez, también fue el equipo que menos partidos perdió, pese a que le convirtieron en 23 oportunidades.

En la tabla comparativa con los últimos diez campeones del fútbol, Argentinos ocupa el quinto lugar –mitad de tabla– y es uno de los que tiene más goles a favor, detrás del Boca del Clausura 2006 (37) y del Apertura 2005 (36). Sin embargo, es el campeón con más goles recibidos: una buena cuota se los convirtieron en las primeras fechas, cuando el equipo aún no había aceitado todas las piezas, antes de que se iniciara la racha invicta de catorce partidos.

“Al inicio vinimos a pelear el descenso, hoy somos campeones”, señaló el técnico de Argentinos, Claudio Borghi, después de la consagración. Y esas palabras reflejan con qué intención se armó el equipo campeón. Pero, al pasar las jornadas, Argentinos creció en juego y Borghi comenzó a encontrar el funcionamiento que quería. Pregonando siempre el balón sobre el suelo, con pases cortos y precisos, comenzó asomarse en puntas de pie en la pelea por el campeonato, y ahora sumó un nuevo trofeo a sus vitrinas.

“Argentinos es un justo campeón”, opinó ayer el ex futbolista y actual comentarista deportivo Roberto Perfumo, para quien fue un logro que le hace bien “a la sociedad. Argentinos no sólo le hace bien al fútbol argentino, sino a toda la sociedad, por ser un equipo simpático, el semillero del mundo, con una identidad de juego y de vida forjada en un club de barrio”, dijo Perfumo en DeporTEA.

En este contexto, a veces las alegrías pueden ser efímeras, y más aún si no es uno de los poderosos del fútbol. Argentinos no ocupa un lugar dentro de esa elite, y por eso puede sufrirlo con el equipo campeón que tanto le costó armar a Borghi. “Al final del campeonato se me van once jugadores en dos semanas”, había declarado el entrenador antes ser campeón; y ahora, con el título en manos, el desguace puede ser mayor. El primero de la lista fue José Luis Calderón, quien se retiró el domingo, y después el más seguro que se vaya es Ismael Sosa, quien podría seguir su carrera en México. Por su parte, Facundo Coria volverá a Vélez, dueño de su pase, y a Nicolás Pavlovich y a Santiago Raymonda se les vencen sus respectivos préstamos. Si por Juan Mercier llega una oferta superior a los 900 mil dólares, el club está obligado a venderlo.

Producción: Matías Mazzocchi.