El plantel de Boca viajó ayer hacia los Estados Unidos para jugar tres amistosos en Los Angeles, Seattle y Portland, y lo hizo sin su flamante entrenador, Claudio Borghi, por lo que el equipo será conducido técnicamente por Roberto Pompei. “Nunca nos pusimos en carrera por ser el entrenador de Boca. Entramos en esa carrera porque los jugadores de Boca hablaron bien, porque la gente habló bien y porque el periodismo se sorprendió por nuestra forma de ser”, dijo Pompei antes de subirse al avión en el aeropuerto de Ezeiza. Y agregó que “la negativa de varios entrenadores nos hizo entrar en carrera, pero siempre supimos que no estábamos en ella”.

El técnico interino afirmó que cuando regrese de los Estados Unidos hablará con los directivos para definir su futuro. “Cuando volvamos de la gira nos vamos a juntar con los dirigentes para ver qué hacemos y, si surge una oportunidad, la hablaré con ellos”, comentó Pompei, que tuvo palabras de elogio para el nuevo entrenador, Borghi, de quien dijo que “se muestra tal cual es, descontracturando el fútbol y poniéndolo en el lugar que debe estar”.

Borghi arregló el jueves último su vínculo contractual con Boca, que lo ligará por un año a cambio de 750 mil dólares. El entrenador decidió hablar ayer con el mediocampista Juan Román Riquelme para interiorizarse sobre la operación a la que fue sometido en su rodilla izquierda y el tiempo de recuperación que tendrá.

El ex técnico de Argentinos tiene previsto viajar el martes próximo hacia Chile –allí se encuentra su familia– para tomarse unos días de vacaciones, y luego regresará al país para trabajar en el predio de Casa Amarilla. El plantel de Boca, una vez finalizada la gira por los Estados

Unidos, quedará licenciado hasta el 14 de junio próximo, y la idea que dio Borghi a los dirigentes es que el equipo realice la pretemporada en la localidad bonaerense de Pilar.

Respecto de los que podrían llegar, está cada vez más cerca la incorporación de Juan Insaurralde (Newell’s), y la gestión prioritaria en los próximos días será por Matías Caruzzo (Argentinos), quien fue pedido especialmente por Borghi.

En la delegación que viajó ayer no están, además de Riquelme y los seleccionados Gary Medel (Chile), Claudio Morel Rodríguez (Paraguay) y Martín Palermo (Argentina), los mediocampistas Federico Insúa, Guillermo Marino, Ariel Rosada, Sebastián Prediger y los defensores Juan Krupoviesa y Gabriel Paletta, que fueron licenciados hasta la finalización de su contrato, en junio próximo, y no seguirán en el club. Insúa pertenece al América de México y el préstamo que le realizó a Boca la entidad azteca vence el mes que viene, pero debido a la dolencia de Riquelme todavía no se decidió si se hace uso o no de la extensión del préstamo.

El entrerriano Sebastián Prediger retornó a Porto de Portugal, club que lo había cedido a préstamo, a cambio de que jugara el 70 por ciento de los partidos, pero como no lo hizo, Boca deberá pagar 120 mil dólares debido a una cláusula existente en la operación.

La delegación está integrada por los arqueros Javier García, Josué Ayala y Sebastián D’Angelo; los defensores Hugo Ibarra, Leandro Marín, Gastón Sauro, Ezequiel Muñoz, David Achucarro, Breyner Bonilla, Leandro Aguirre y Fabián Monzón; los mediocampistas Nicolás Colazo, Matías Giménez, Jesús Méndez, Cristian Erbes y Gastón Rossi y los delanteros Pablo Mouche, Lucas Viatri, Orlando Gaona Lugo, Sergio Araujo y Nicolás Blandi. El equipo jugará mañana a las 21 frente a Los Angeles Galaxy, en el Estadio The Home Depot Center.