DEPORTES
› LOS MEDIOS ESPAÑOLES ESPERAN ANSIOSOS EL REENCUENTRO
“Román hablará con Van Gaal”
Román está en la Argentina, pero las noticias que genera no se publican aquí, donde descansa y se relaja entre cumbias en Don Torcuato, sino en Barcelona. Los catalanes –los medios futboleros catalanes, más específicamente– no lo sueltan porque todo el mundo está contando con los dedos e imaginando con las neuronas blaugranas a full qué pasará cuando tras el receso se vuelvan a ver las caras Riquelme y Van Gaal, contendientes oscuros, secretos o manifiestos durante el segundo semestre del 2002 en una pelea cuyo último round –el episodio previo al partido Mallorca-Barcelona– dejó el aire cargado de electricidad. De eso se trata.
Así, las noticias que llegan de Barcelona indican que Juan Román Riquelme se enfrentará cara a cara con el holandés Louis Van Gaal, debido al conflicto que mantiene con el entrenador tras su ausencia, argumentando una lesión, en el partido en que el equipo le ganó al Mallorca por 4 a 0. Las relaciones entre el ex jugador de Boca y el entrenador, que nunca fueron buenas, se tensaron mucho más a partir del fin de semana último debido a la dudosa lesión aquejada por Román antes del trascendental partido que el equipo le ganó por 4 a 0 al Mallorca por la Liga de España. Ese encuentro, según lo definió la prensa catalana y lo consideró todo el mundo del fútbol, era definitivo para la continuidad del entrenador al frente del equipo, cuando sonaba insistentemente el nombre de Carlos Bianchi como su posible sucesor. Riquelme, en el último entrenamiento previo al partido y sabiendo que el juvenil André Iniesta lo reemplazaría en el equipo titular, declaró estar afectado de “fatiga muscular”, siendo excluido de la lista de 16 para el partido. No viajó a Mallorca, el equipo ganó 4-0, Van Gaal sobrevivió fortalecido, Bianchi volvió y el jugador quedó en el peor lugar, blanco de todas las sospechas: haber “jugado para Bianchi” en la previa y abandonado el barco en un partido clave.
Así, ahora, tras esa actitud de Riquelme, difícil de constatar por el cuerpo médico del Barcelona, se habló en España de un quiebre en su relación general con cuerpo técnico y compañeros inclusive, y de inmediato, de su posible cesión a préstamo, a partir de enero próximo, a una entidad europea, sonando con más insistencia el fútbol suizo como su más seguro destino, aunque un cable de ayer, proveniente de Italia, confirma el renovado interés –nunca desmentido– de Udinese. Sin embargo, ayer, la prensa española ha vuelto a dar un giro y tras esas visiones apocalípticas retoma la hipótesis de un acuerdo previo careo de las partes: a la vuelta de las vacaciones, Riquelme se enfrentará cara a cara con Van Gaal para solucionar las cosas.
“Juan Román Riquelme está dispuesto a triunfar en el Barcelona y hará lo que sea para conseguirlo, incluso hablar con Louis van Gaal. Afirma que no sabe nada de una cesión a Suiza o a Boca y que sólo piensa en triunfar en el Barcelona”, señaló ayer el diario Sport. El periódico agregó que Román no se irá del Barcelona “independientemente de si será titular o suplente” y que definió la situación así: “No sé nada de ninguna transferencia; yo me quiero quedar y triunfar, porque me han tratado bárbaro allí y me han dado mucho y yo aún no les he dado nada”, explicó telefónicamente el Diez.
Y así reconstruyen los colegas catalanes la situación: “Román está con los suyos en su casa de Don Torcuato, la cumbia de ‘Tambó-tambó’ suena en el ambiente, pero el argentino no olvida que a la vuelta a España tiene asuntos importantes que afrontar y aseguró que a su vuelta a Barcelona hablará con Van Gaal”.
La reanudación de la gratificante Champions está lejana; los espera mientras tanto –a ambos– una Liga desastrosa y una tribuna sin paciencia. El sentido común indica que se necesitan. Ambos, recíprocamente.