Después de una temporada espectacular, el tenis argentino buscará saldar algunas cuentas pendientes. Tras 12 años de abstinencia, la posibilidad cierta de contar con un top ten está muy cerca, en especial para el cordobés David Nalbandian, que arrancará la temporada en 12º lugar del ranking. Claro que no es el único, ya que el promedio de edad de los seis argentinos ubicados entre los 45 primeros apenas asciende a los 22 años. Desde allí se puede inferir que los tenistas nacionales tienen las chances intactas, desde su potencial y desde su pasado inmediato, de buscar un lugar entre los top ten, algo que no ocurre desde 1990, más precisamente cuando Martín Jaite llegó al casillero diez el 9 de julio de aquel año.
De los que están en los puestos de expectativa, David Nalbandian acaricia ese lote de privilegio. No sólo por el simple hecho de que está duodécimo, sino porque hay otros datos que permiten ilusionarse con un Nalbandian top ten tras el Abierto de Australia, el primer Grand Slam de la temporada. El cordobés, que jugará dos torneos en el verano oceánico y cuenta con un nivel muchísimo más alto respecto del comienzo de temporada de 2002, sólo debe defender 75 puntos. Pocos para un jugador ubicado tan alto. Pero además, ante la lesión del alemán Tommy Haas –undécimo, recién reaparecerá en el circuito en marzo–, sus posibilidades son más concretas. Como Haas perderá muchos puntos al no poder de defender las semifinales del Open australiano, el cordobés trepará, sin jugar, al lugar 11.
Pero Nalbandian no estará solo en el comienzo de la temporada. Desde las últimas horas de 2002 estarán jugando Guillermo Cañas, Juan Ignacio Chela, Mariano Zabaleta y Agustín Calleri. Una semana más tarde se unirán a ellos Guillermo Coria, Gastón Gaudio y Agustín Calleri. De todos los argentinos, el que más puntos defiende en este arranque es Cañas, que tiene que reeditar el título de Chennai. En total serán 250 puntos. Para el tenista de Tapiales, que recién ahora está totalmente recuperado de su lesión en la muñeca izquierda, el principal desafío será defender su lugar entre los top-15 en el primer mes del año. Si lo logra, febrero será un mes favorable para intentar el acercamiento definitivo al lote de los top ten, algo que podría concretar también en marzo, cuando apenas defiende 40 unidades. Claro que para eso será fundamental un buen comienzo de temporada para no perder posiciones en el arranque.
El que siempre amenaza más de lo que concreta es Gastón Gaudio. Con talento suficiente como para pensar en objetivos más ambiciosos, su irregularidad lo condenó a un segundo plano. Si supera ese déficit, es el más indicado para sumarse a Nalbandian y a Cañas en el lote de aspirantes a top ten. Sobre todo porque ya está 23º en el ranking y siempre dejó la sensación de que nunca llegó al techo que indica su potencial. En el arranque no defiende demasiados puntos, aunque debe acumular unidades para cuando comience la temporada de polvo de ladrillo, ya que allí sí se le puede complicar el panorama.
¿Qué se puede esperar de los demás? Que Coria explote de una vez por todas. Que comience el año como lo terminó, en ascenso. Con el recuerdo fresco de que hasta marzo –por la suspensión por doping– no defiende nada importante, por lo que no sería descabellado que se meta entre los 25 mejores, si el santafesino está en su nivel. Otro que tiene la chance de consolidarse definitivamente es José Acasuso. El misionero tuvo una buena temporada de canchas lentas, pero para aspirar a escalar en el ranking debe mejorar su rendimiento sobre superficies rápidas. Para ello trabajó mucho en la pretemporada sobre cemento, por lo que en Australia podría dar una sorpresa. Para Agustín Calleri, su principal meta es obtener un título de ATP, algo que se le escapó de las manos el año pasado en la final de la Copa AT&T ante el chileno Nicolás Massú. A partir de que consiga sacarse de encima esa mochila, el cordobés podrá pensar en objetivos más elevados.
Mientras tanto, las chicas también andarán por Oceanía en las primeras semanas del año. El objetivo de Paola Suárez y Clarisa Fernández es consolidarse entre las top 30, aunque la cordobesa, de sólo 22 años, tienetenis como para aspirar a picar mucho más arriba. En la primera parte del año tendrá una buena ocasión para mejorar en el ranking, ya que recién defenderá puntos gordos en Roland Garros, luego de la semifinal del año pasado. Suárez sueña con ser top 20 (su mejor colocación fue 22ª) y tras una pretemporada intensa sabe que a sus 26 años tal vez no tenga muchas más chances para lograrlo. En cuanto al dobles, para la pergaminense será todo un desafío mantenerse como la mejor de todas en la especialidad, más teniendo en cuenta que las hermanas Williams tienen la intención de jugar un poco más en la especialidad. Las cartas están echadas. El tenis argentino va por un año mejor que el 2002, y eso sería fantástico.