Con un debut soñado de Leandro Caruso, que ingresó en la segunda parte y anotó los tres goles de la victoria, River superó 3-0 a Central Norte en Salta y, al menos, mejoró la imagen que venía dejando en los amistosos anteriores. No fue una gran presentación del equipo de Angel Cappa, pero aprovechó la debilidad del adversario para llevarse el partido.

Por más que Cappa tiene muy claras las ideas en su cabeza, por ahora le cuesta que sus jugadores las asimilen y las demuestren en el terreno de juego. Se nota la intención de tocar la pelota, de buscar asociarse para progresar en ataque, con laterales que buscan proyectarse y varios conceptos básicos de la filosofía del entrenador. Pero en la cancha, no se reflejan. El toque corto con intenciones de generar distracción se tornó una sucesión de pases lentos entre los defensores, lejos del arco rival y sin generar sobresaltos. Y cuando alguien intentó cambiar el ritmo, sólo lo hizo por la maniobra individual, sin buscar compañía, o con algún pelotazo sin demasiado criterio.

Entonces, ante un rival muy limitado, que se encuentra dos categorías por debajo, a River le costó imponer su fútbol. Con Ortega y Buonanotte sin fineza, los intentos nunca terminaron de concretarse. Así, en los primeros 45 minutos, el poder ofensivo pasó por las trepadas de Affranchino, que tuvo las dos únicas ocasiones claras de esa mitad. Primero, cuando recibió un notable pase de Ortega –su única intervención importante del juego– pero no pudo definir ante Maino y luego con una apilada por la derecha, que culminó con un centro que se fue cerrando y rozó el travesaño. Muy poco para el tiempo que manejó la pelota y por la jerarquía del adversario.

En la segunda parte, River salió con otra decisión. La intención de acorralar a los salteños fue clara y muy pronto dio sus frutos. Tras un corner y una serie de rebotes, la pelota le cayó por el segundo palo a Buonanotte, que envió un centro bajo para la entrada de Caruso. Y el delantero pedido por Cappa mostró su clase al desviar la pelota y colocarla suave en el segundo palo.

El gol fue un impacto para los norteños, que ya no fueron tan aplicados para la marca. Entonces, con la buena aparición de Lanzini, algunos pinceladas de Buonanotte y la clase de Caruso, que tuvo el segundo tanto pero su tiro picado se fue demasiado alto, River manejó el desarrollo para mejorar un poco su imagen y ganar con tranquilidad. Entonces, llegaron los regalitos del fondo de Central Norte para que Caruso completara un debut ideal, primero definiendo con el empeine ante la salida del arquero y luego tocando por encima del portero y resolviendo con el arco vacío.