David Nalbandian sigue avanzando con pie de plomo en el Masters 1000 de Toronto, donde ayer consiguió acceder a los cuartos de final tras derrotar al número cinco del mundo, el sueco Robin Soderling, 4-6, 6-4 y 6-1. Con la de ayer, el tenista cordobés alcanzó su mejor racha positiva con once triunfos consecutivos, los primeros dos por la Copa Davis por los cuartos de final frente a Rusia y los nueve siguientes en los últimos once días, seis en el torneo de Washington, en el que logró el 11º título de su carrera, y tres en lo que va del presente certamen. Su rival de hoy (a las 14) en cuartos de final será el británico Andy Murray, número 4 del ranking.

No quedan dudas, Nalbandian está cumpliendo paso a paso el objetivo que se fijó para su regreso triunfal al circuito tras la larga recuperación por una operación de cadera y una serie de desgarros que retrasaron su puesta a punto. Con la mira en la gira norteamericana, el cordobés volvió a demostrar ayer que por más que en los papeles aparezca en el puesto 45 del escalafón –tras arrancar la etapa de cemento como 117 del mundo–, por la jerarquía de su juego, su mentalidad ganadora y su capacidad para controlar los partidos, sigue jugando como un top-ten.

La clave para este retorno exitoso está en la cuestión física y en la buena decisión que tomó junto con sus colaboradores de aguantar la recuperación y saltearse, más allá de las ganas del tenista, los torneos de Roland Garros y Wimbledon, para llegar de la mejor forma posible y como cabeza de serie al US Open, el último Grand Slam de la temporada que arrancará el 30 de agosto y que, otro dato a tener en cuenta, en la edición 2009 se adjudicó Juan Martín Del Potro venciendo en la final al entonces número uno del mundo, el suizo Roger Federer.

Los once triunfos consecutivos que hilvanó desde su regreso, pero más aún los nueve partidos que ganó en los últimos once días hablan de la buena forma con la que Nalbandian retornó al circuito. Más allá de haber roto su propio record positivo, por la situación particular de que se trata de un retorno tras un largo aparte y una recuperación con interrupciones, esta racha ganadora, que comenzó con las dos victorias por los cuartos de final de la Copa Davis frente a Rusia, representa una verdadera novedad en el ambiente del tenis.

“Fue una buena victoria para mí. Siento que jugué bien. Pase un buen tiempo fuera del circuito y ahora disfruto cada instante”, manifestó Nalbandian luego de eliminar a Soderling, y agregó: “Mi reposo forzado me hizo reflexionar y pensar que todavía tengo dos, tres o cuatro buenos años por delante y eso es motivante”.

El cordobés arrancó con ventaja, pero Soderling se recuperó rápido y gracias a su servicio, con 8 aces en el primer set (14 en todo el partido) pasó del 0-2 a un 6-4. En la segunda manga, el cordobés lo complicó con el drive cruzado y afilado con el revés emparejó el partido definiendo la manga por 6-4. La contudencia del argentino apareció en el tercer set, donde aplastó el sueco por un contundente 6-1 para sellar su pasaje a los cuartos de final, donde hoy deberá enfrentarse con el británico Andy Murray (4), quien en la jornada de ayer eliminó al francés Gael Monfils (15) por 6-2, 0-6 y 6-3.