Desde su entrenador, Sergio Batista, hasta el conductor brasileño, Mano Menezes; desde el capitán argentino, Javier Mascherano, hasta su amigo y rival Ronaldinho, todos aceptaron que si hubo algo que rompió un clásico muy parejo entre Argentina y Brasil en la noche de Doha, eso fue la determinación del talentoso Lionel Messi, autor del gol agónico que definió el amistoso y cortó una racha de cinco años sin victorias del equipo albiceleste sobre el clásico rival.

No fue un hecho casual. El astro del Barcelona manifestó sentirse “muy feliz” por haber marcado sobre la hora ante Brasil, “porque nunca le había ganado y porque me lo había propuesto antes de jugar”.

Messi sonrió ante la consulta de si el gol fue producto de esa determinación especial ante Brasil. “Siempre busqué mi oportunidad. Es hermoso ganarles y era algo que me faltaba”, dijo. El jugador rosarino sólo había podido ganarles a los brasileños en juveniles y en Juegos Olímpicos, pero no con la Selección mayor.

“Es muy importante para seguir creciendo como equipo”, afirmó con seriedad. “El equipo hizo las cosas muy bien. Jugamos contra un Brasil al que le gusta tener la pelota. Es una selección que tiene muy buenos jugadores, sobre todo delanteros –consideró–. Nos queda mucho trabajo todavía, pero cuando se gana es más fácil y sobre todo ante Brasil, porque da tranquilidad.”

Muchas veces criticado por los hinchas con el argumento de que en el conjunto nacional no ha rendido hasta ahora como lo hace en el Barcelona, Messi fue clave en una victoria albiceleste que no se daba ante el eterno rival desde las eliminatorias de Alemania 2006. No marcó goles en los cinco partidos que jugó con la Selección en Sudáfrica 2010 pero se reencontró con la red en el amistoso contra España en el Monumental.

Batista fue claro en su reconocimiento: “Tenemos al mejor jugador del mundo y lo aprovechamos”, señaló. “Estamos muy contentos con lo hecho por Messi. Representa todo para nosotros y no voy a descubrir ahora quién es, porque es el mejor jugador del mundo”, agregó.

El ya confirmado entrenador de la Selección Argentina quiso tal vez establecer alguna distancia con el ciclo anterior encabezado por Diego Maradona al sostener que Messi “es muy importante para el grupo adentro y afuera de la cancha y el grupo lo escucha mucho”.

Al ser consultado sobre qué pensaba en el minuto 90, cuando ya parecía que el clásico era un empate clavado en cero, Batista se sinceró y admitió que creía en ese resultado final. “Pero de un jugador de la categoría de Messi, siempre se puede esperar algo más.”

Mascherano, compañero de Me-ssi en el Barcelona, también se mostró “contento” por el resultado “pero mucho más” por Messi, “y porque fue inusual haberle escuchado decir tan fuerte a él, que es callado, que ya era hora de ganarle a Brasil”.

Su ex compañero del equipo catalán, rival anoche y amigo fuera de las canchas, Ronaldinho –con quien intercambió camiseta apenas traspasaron el túnel desde el césped– admitió: “Hoy (Messi) es el mejor jugador del mundo y, lamentablemente para nosotros, encontró un hueco y con su categoría definió el partido cuando ya parecía empatado”.

El entrenador brasileño Menezes también se rindió ante el crack argentino con la admisión de que el partido era un empate. “No nos inquietaban, pero Messi tenía reservada una jugada más para Argentina”, se resignó.

1- ARGENTINA

Romero; Zanetti, Pareja, N. Burdisso, Heinze; Banega, Mascherano, Pastore; Messi, Higuaín, Di María.

DT: Sergio Batista.

0- BRASIL

Víctor; Dani Alves, Thiago Silva, David Luiz, André Santos; Elías, Ramires, Lucas; Ronaldinho; Robinho, Neymar.

DT: Mano Menezes.

Estadio: Khalifa Internacional (Doha).

Arbitro: Abdullah Balideh (Qatar).

Gol: 90m, Messi (A).

Cambios: 45m, Lavezzi por Higuaín (A); 69m, D’Alessandro por Pastore (A); 72m, Douglas por Ronaldinho (B); 76m, André Souza por Neymar (B); 85m, Jucilei por Ramires (B).