Independiente hizo un buen partido en la altura de Quito, donde terminó perdiendo por 3-2 ante Liga Deportiva Universitaria. El partido había sido parejo, pero de repente los Rojos se encontraron con tres goles abajo. Silvera, en posición adelantada, y Mareque, con un bombazo, volvieron a meter a Independiente en partido y en la Copa.

Los 2800 metros de altura, la lluvia, el césped bien cortito para que la pelota corra rápido, Independiente tuvo que afrontar su partido de ida por las semifinales de Sudamericana en condiciones desfavorables. Para colmo, enfrente tenía a Liga, un equipo consolidado, sólido, que con el argentino Edgardo Bauza como DT viene acumulando experiencia internacional, que le permitió ganar la Libertadores 2008, la Sudamericana 2009 y dos Recopas.

En el arranque, los dirigidos por Antonio Mohamed pasaron zozobras. A los 9 minutos, llegó la primera situación clara de gol para los ecuatorianos, tras un desborde de Balsas y un centro que el ex Tigre Luna no logró conectar y que Tuzzio terminó despejando obligado.

Independiente quiso hacer las cosas simples. Apostó de entrada a cuidar el cero en su arco y para eso debió redoblar su esfuerzo y concentración, ante un rival que trataba de jugar rápido para ahogar a los visitantes. Pero el Rojo no se prestó a la propuesta y buscó cerrarles los espacios a los ecuatorianos, resignando sus chances ofensivas a alguna que otra corrida de Cabrera y Mareque, ocupados también en contener los avances de Reasco y de Chila y a lo que se les ocurriera a Parra y a Silvera.

Recién cuando el Rojo se animó a tener más la pelota logró emparejar el trámite y generó algunas chances interesantes: un remate de Silvera, que rebotó y después no pudo conectar Parra, y un buen disparo de Godoy que se estrelló en travesaño. Aguantaban bien los de Mohamed, pero a los 43, tras una mala salida de los de Avellaneda, el uruguayo Salgueiro frotó la lámpara, amagó, se sacó la marca de encima y cruzó un potente remate desde 25 metros para poner la pelota en el ángulo izquierdo del arco de Navarro, que hasta ahí no había tenido demasiado trabajo.

No merecía Independiente irse en desventaja al descanso. Quizá por eso salió a jugar el complementario con mucha más determinación. A dos minutos del arranque, los de Mohamed contaron con dos oportunidades claras de gol: un remate de Parra que Ceballos contuvo sin inconvenientes y otro de Silvera, que el arquero sacó al corner.

Pero no terminaba de digerir su entusiasmo cuando, de contraataque, Salgueiro volvió a encenderse superó a Velázquez por la franja derecha y cruzó la pelota para que Bolaños (reemplazante de Luna, lesionado) rematara al segundo palo de Navarro para poner el partido 2-0.

Liga apostó a la diferencia, se metió atrás y buscó ampliar la ventaja de contraataque. Reasco, a la carrera, aprovechó un rebote para poner el 3-0 que terminó de liquidar el trámite. Pero Independiente no se amedrentó y con un buen toque de derecha de Silvera, que estaba en posición adelantada, consiguió descontar.

El gol de visitante fue tan importante para los de Mohamed que les valió, cinco minutos más tarde, volver a achicar la diferencia con un golazo de Mareque, similar en factura al que había anotado Salgueiro: un derechazo cruzado al ángulo izquierdo de Ceballos, tras una buena jugada de Battión.

Los últimos minutos fueron para lucimiento de Navarro, que dos veces le ahogó el grito del cuarto a los ecuatorianos tras un cabezazo de Barcos y el rebote que tomó Lara. Pese al resultado, Independiente festejó.

Por la otra semifinal, Palmeiras derrotó como visitante 1-0 a Goiás.