“Equipo que gana no se toca”, se dice habitualmente cuando los resultados positivos acompañan a un equipo. Pero cuando eso no ocurre, el panorama cambia de forma contundente. Es lo que sucede en el San Lorenzo de Ramón Díaz, ya que el entrenador decidió seguir con la limpieza del plantel de cara al compromiso de mañana ante River. A la lista de marginados que componen el mediocampista Diego Rivero y el delantero uruguayo Sebastián Balsas se sumaron ayer los nombres de Aureliano Torres y Nelson Benítez.

En tanto, el DT riojano apostará por una formación integrada en su mayoría con juveniles, a partir de las inclusiones de José Luis Palomino y Salvador Reynoso, desde el minuto inicial, en lugar de Germán Voboril y el colombiano Leonardo López Méndez, que dejarán sus puestos como titulares por decisión táctica.

“Queremos salir de esta racha negativa. Tenemos un partido complicado, pero es un excelente momento para levantar. El rival viene con buen ánimo después de ganar el superclásico, y tiene que reafirmar lo bueno que hizo en ese partido”, apuntó Jonathan Bottinelli.

En referencia a las ausencias, el caso de Rivero es el más destacado, pues el ex Chacarita iba a entrenarse junto con la Reserva, pero el entrenador lo liberó del plantel hasta el próximo martes, cuando se reanuden las prácticas luego del partido con el elenco de Núñez. Por eso, Bottinelli señaló que “es extraña su salida, porque es un emblema para los más jóvenes”. “Son decisiones del técnico, que no ve bien a ninguno de los jugadores que sacó. Lamentamos esta situación, pero necesitamos recuperarnos lo antes posible, y quienes los reemplacen van a hacer lo mejor para conseguir un triunfo”, remarcó.

Si el rendimiento de algunas de sus piezas dificulta el planteo de San Lorenzo en cancha, además se suman los problemas físicos. Con relación al conjunto que viene de perder 0-1 frente a Argentinos, no estarán ante River los lesionados Diego Herner y Leandro Romagnoli. Una novedad será el regreso en el ataque de Fabián Bordagaray, un jugador que ha sido muy poco tenido en cuenta por el entrenador. Es evidente: el equipo no gana. Y si no acompañan los resultados, se toca.