Con una avivada de Leandro Benítez y el desempeño de varios pibes que jugaron a la altura de un equipo campeón, Estudiantes le ganó ayer 3-1 a Argentinos y le metió presión a Vélez, que deberá derrotar hoy a Godoy Cruz para no perderle pisada al puntero. Ciro Rius abrió la cuenta para el visitante, mientras que Gastón Fernández, Maximiliano Núñez y Gabriel Mercado dieron vuelta la historia a favor del equipo platense, que acumuló 14 partidos sin perder como local.

El arranque fue atractivo, con los dos equipos tocando pacientemente y generando circuitos futbolísticos en el mediocampo. Argentinos entendió que el negocio era contener a Verón y lo encerró entre Mercier y Ortigoza. Con el enganche de Estudiantes sometido, Núñez se mostraba incapaz de ser el puente hacia Gastón Fernández y Rojo exhibía sus pocos pergaminos para desequilibrar por la izquierda.

Del otro lado de la cancha, Argentinos complicó a los fornidos centrales de Estudiantes con la velocidad de Niell, Blandi y Rius. Con ese panorama, el equipo de Pedro Troglio golpeó de contra, cuando Niell picó al vació, dejó un hombre en el camino y definió por encima de Orion. Cuando la pelota entraba mansamente al arco, Rius la tocó para adjudicarse el gol y Niell lo insultó por lo bajo. De esta manera, el visitante quebró una racha de 981 minutos sin que Estudiantes recibiera goles de local.

Con la desventaja a cuestas, el equipo de Sabella se descontroló y mostró toda su falta de inventiva para quebrar a la defensa rival. Pero en el peor momento del local, Rojo capturó una pelota perdida por Verón y sacó un centro preciso que Gastón Fernández transformó en gol.

A partir de ese momento, Estudiantes arrinconó a Argentinos y dio vuelta el partido. Con oportunismo, Benítez sacó rápido un tiro libre y habilitó a Núñez, que recibió en soledad y ejecutó un remate débil, de esos que habitualmente no lastiman, pero Navarro trastrabilló y le regaló la ventaja a Estudiantes, que más tarde lo liquidó con un cabezazo de Mercado. Así, sin merecerlo demasiado, Estudiantes se sacó de encima a un rival incómodo, que sumaba cinco partidos sin perder.