“¿Qué querían, que hiciera el avioncito? No es mi estilo”, afirmó Ginóbili.

Tiene tres títulos, en muchísimas ocasiones se transformó en el máximo goleador del partido, fue elegido el mejor jugador de la NBA en algunas semanas, resultó nominado a un Juego de las Estrellas, recibió numerosos elogios de grandes personalidades de la Liga. Sin embargo, en sus ocho temporadas en la elite del básquetbol mundial, nunca había podido derrotar la chicharra para definir un partido. Hasta que en la noche del miércoles ante Milwaukee, Emanuel Ginóbili anotó en el último segundo el doble del triunfo 92-90 para afianzar a San Antonio como el mejor equipo de la NBA. No fue como aquella memorable palomita ante Serbia en el debut en los Juegos Olímpicos de Atenas, pero sirvió para un nuevo éxito de su equipo.

El partido de Ginóbili había sido muy bueno, con 24 puntos, seis rebotes y cuatro asistencias. Pero tras recibir dos tapas casi consecutivas del australiano Andrew Bogut, el tablero marcaba 90-90, con poco más de diez segundos por jugar. Entonces, recibió el balón desde el lateral, amagó con la penetración hacia el costado izquierdo y desde casi seis metros sacó un lanzamiento volado por encima de la mano de Mbah a Moute. Limpita, la pelota ingresó en el aro justo después de que se prendieran las luces del tablero, señalando el final del juego. Como si se tratara de un trámite, el bahiense hizo un mínimo gesto de celebración, con el puño apretado, y salió caminando hacia el banco de suplentes, donde lo interceptaron sus compañeros, mientras el AT&T Center desbordaba de felicidad, mucho más de lo normal para un juego de la serie regular.

Con esos últimos dos puntos, Ginóbili completó su planilla con 26 y fue el goleador del partido, gracias a 7-10 dobles, 2-3 triples y 6-9 libres. Cuando el periodista Miguel Romano lo consultó vía twi-tter por las razones de su mesuradísimo festejo, el escolta dejó en claro sus verdaderos objetivos para la temporada: “¿Qué querías que hiciera? ¿Qué me golpeara el pecho? ¿Que subiera a la mesa de control? ¿Avioncito por toda la cancha? Nah, no es mi estilo. Van 25 partidos nomás”. Además, lo reafirmó para todos sus seguidores: “Ayer estuvo bueno, pero ya pasó”. Por el momento, San Antonio lidera con un record de 21-3, por encima de Dallas, que lleva 20-5 y Los Angeles Lakers, que tiene una marca de 19-7. En el Este, el mejor es Boston, con 20-4.

Pero mientras definía el partido, la NBA dio a conocer los primeros cómputos para el Juego de las Estrellas. Y allí, el bahiense figura tercero entre los guardias del Oeste, con 230.137 votos, detrás de Kobe Bryant (722.682) y Chris Paul (386.649). Además, es el décimo más votado entre todos los jugadores de la Conferencia. Si bien sólo los cinco más elegidos por la gente obtienen su derecho a participar del juego y a los restantes los escogen los entrenadores, es muy probable que si mantiene esa posición consiga estar por segunda vez en el tradicional acontecimiento. Además, Luis Scola, con 119.901 votos, figura octavo entre los aleros con más adhesiones en la Conferencia Oeste.