Bolívar, tetracampeón argentino, no sostuvo el ritmo inicial, fue incapaz de detener el avance del rival y terminó perdiendo 3-2 ante el Paykán de Irán, en el partido por el tercer puesto del Mundial de Clubes de vóleibol masculino, que se disputó en la ciudad de Doha, Qatar. De esta forma, el equipo dirigido por Javier Weber finalizó en la cuarta ubicación y recibió una recompensa de 90 mil dólares por su participación. Los parciales del encuentro jugado en el estadio Al Gharafa de la capital qatarí fueron de 25-23, 25-23, 23-25, 20-25 y 13-15. La medalla dorada quedó en poder de Trentino de Italia, que en el partido decisivo le ganó 3-1 a Skra Belchatow de Polonia, con parciales de 25-22, 25-19, 20-25 y 25-16, en una hora y 45 minutos de juego.

El conjunto bonaerense desplegó lo mejor de su juego en los dos primeros sets: los aportes de Federico Pereyra (25 puntos) fueron suficientes para que los de Weber se quedaran con ambos segmentos, por un marcador de 25-23, en forma apretada pero convincente. Inclusive, Bolívar estuvo a punto de cerrar el partido a su favor en el tercer parcial, cuando tomó una distancia de 12-6, que parecía definitiva.

Sin embargo, el conjunto iraní se recuperó a tiempo y con la tarea de Bazargarde (18 tantos) empezó a levantar su producción. De esa manera, Paykán estableció primero una inimaginable igualdad en 15 tantos y luego pasó al frente por dos puntos (21-19). Sobre el final, un fallo polémico del árbitro, que cantó mala una pelota de Pereyra que había picado dentro de la cancha, posibilitó a los iraníes adueñarse del parcial por 25-23.

A partir de esa instancia, el equipo asiático tomó mayor confianza y asomó como el dominador. Bolívar empezó a mostrar errores de concentración y el cuarto set correspondió al Paykán por 25-20. En el quinto y definitivo parcial, los iraníes tuvieron un mejor cierre y se quedaron con la medalla de bronce, al imponerse finalmente por 15-13.

“Tuvimos la chance de ganar el partido, pero la desperdiciamos y el nivel del principio no volvió en una segunda oportunidad. Probablemente, los jugadores hayan sentido que tenían el partido ganado y se relajaron”, admitió Weber, con decepción. Por su lado, el capitán Gabriel Arroyo habló de “una gran frustración” por el encuentro que “se escapó de una manera increíble”. En cambio, el técnico iraní, Paiban Akbari, remarcó que el de ayer “es un día histórico, no sólo para la familia de vóleibol sino también para toda la comunidad deportiva de Irán. Clasificarnos en la tercera posición en un campeonato de estas características no es poco”.