Desde Zurich

El argentino Lionel Messi se llevó sorprendentemente un Balón de Oro que parecía destinado a un jugador español. “No esperaba ganarlo hoy”, admitió el delantero del Barcelona al recibir su segundo galardón consecutivo, imponiéndose esta vez a sus compañeros de equipo Andrés Iniesta y Xavi Hernández. Los dos jugadores españoles contaban como favoritos en las apuestas, después de proclamarse campeones del mundo con su selección en julio. También hubo derrota española en la elección del mejor entrenador de 2010, donde el portugués José Mourinho, ganador de Liga, Copa y Champions con el Inter la pasada campaña, se impuso a Vicente del Bosque, seleccionador español, y a Pep Guardiola, entrenador del Barcelona.

Algunos medios habían asegurado incluso que Iniesta, autor del gol con el que España le ganó 1-0 a Holanda la final del Mundial de Sudáfrica, iba a convertirse en el segundo jugador nacido en España en quedarse con el trofeo individual más prestigioso del fútbol. Sin embargo, el país campeón del mundo tendrá que seguir esperando al sucesor de Luis Suárez, que se llevó el galardón en 1960.

“Para mí ya era una felicidad estar aquí con mis compañeros. Y poder ganar, aún más”, señaló Messi, cuya cara fue una mezcla de alegría y perplejidad al oír su nombre anunciado por Guardiola al final del show. “Es un día muy especial. Quiero compartirlo y agradecer a todos mis compañeros. Sin ellos no estaría acá. También quiero compartirlo con mis seres queridos. Y con todos los barcelonistas y todos los argentinos”, relató el rosarino.

En año de Mundial, el ganador del Balón de Oro suele encontrarse entre el campeón, pero la figura descollante del argentino pudo incluso con el oropel de la Copa del Mundo. “Con éste no se puede competir”, se resignó Xavi en tono de elogio al saludar a Jorge Valdano, director general del Real Madrid. Las exhibiciones de Messi con el Barcelona recorren los televisores de todo el mundo, pero su discreto paso por Sudáfrica, donde se fue sin marcar un solo gol después de que Argentina cayera goleada ante Alemania en cuartos de final, parecía restarle opciones. No fue así. Messi se impuso con el 22,65 por ciento de los votos, que con la unificación del Balón de Oro y el FIFA World Player combinaba por primera vez a seleccionadores, capitanes y periodistas. Iniesta fue segundo con el 17,36 por ciento y Xavi, tercero con el 16,48 por ciento. Detrás se ubicaron el holandés Wesley Sneijder y el uruguayo Diego Forlán.

En cualquier caso, ganara quien ganase, el triunfo del Barcelona ya era completo en la gala celebrada en el Kongresshaus de Zurich. Sólo el poderoso Milan de Arrigo Sacchi logró en 1988 y 1989 ubicar a tres jugadores del mismo club en el podio. Entonces, el ganador fue en ambos casos el holandés Marco van Basten. El acto fue un homenaje a un estilo y a una filosofía que han convertido al campeón español en una referencia. La posesión del balón, la vocación ofensiva y la solidaridad en el esfuerzo definen el juego de un equipo que se construye igual desde las categorías juveniles hasta la Primera División.

A diferencia de lo que sucedió con el Milan de Sacchi en los ’80, los tres candidatos de hoy proceden de la fábrica de futbolistas del Barcelona, que desplazó a Zurich una delegación digna de su gran momento, con dos aviones con alrededor de un centenar de dirigentes, técnicos y jugadores actuales y del pasado.

Los hombres que definen el estilo del Barça son también los que han convertido a la selección española en la mejor del mundo. Siete jugadores del equipo azulgrana formaron en el once de la final de Sudáfrica. Y seis estuvieron en el once ideal de la FIFA. Gerard Piqué, Carles Puyol, Xavi, Iniesta, David Villa y Messi representaron los colores azulgrana en el mejor equipo de 2010. Iker Casillas completó junto con los barcelonistas los seis jugadores de la selección española que subieron al estrado. Los defensores brasileños Lucio y Maicon, Sneijder y el portugués Cristiano Ronaldo fueron los otros cuatro designados.