En su primer torneo del año, David Nalbandian ya puede festejar su primer título de la temporada. Tras superar en los cuartos de final al estadounidense John Isner, el cordobés siguió con su ritmo y anoche superó 6-4, 6-2 al español Nicolás Almagro para clasificarse a la final del torneo de Auckland, sin haber perdido ni un solo set en lo que va del certamen. Ahora su rival será el también ibérico David Ferrer, máximo favorito del torneo, que venció 6-3, 7-5 al colombiano Santiago Giraldo, en la otra semifinal.

La potencia de la derecha de Almagro era el principal obstáculo para el argentino. Pero con su poder de anticipación, Nalbandian pudo neutralizar el principal golpe del español, por lo que no pasó grandes problemas. Luego de que ambos mantuvieran sus servicios, Almagro tuvo que ser atendido por ampollas en sus pies cuando se imponía 4-3 y ya nada fue igual. El cordobés aprovechó la primera chance que tuvo, quebró en el siguiente game y se terminó llevando el primer set en 45 minutos.

Ya en el segundo, Nalbandian arrancó con un quiebre y pudo levantar las dos ocasiones que tuvo el español para igualar el parcial. Entonces, a partir de allí dominó el partido con comodidad, ya que Almagro apostó todo a su potencia, pero no tuvo ni control ni precisión para complicar al argentino. Aprovechando los errores de su rival, Nalbandian siguió estirando las diferencias y consiguió un nuevo quiebre para llegar a un cierre sencillo. Ahora buscará el duodécimo título de su carrera ante Ferrer, actual número siete del mundo, con quien pierde 6-5 en el historial entre ambos.

Antes del cruce con Almagro, Nalbandian tuvo otro compromiso a priori complicado ante Isner en los cuartos de final, pero el cordobés también lo sorteó con solvencia. En una hora y 24 minutos, el argentino se sacó de encima por 6-4, 7-6 (7-3) al gigante americano, que sacó muy bien, con altísimos porcentajes de primeros servicios. Sin embargo, con la precisión de su devolución, Nalbandian pudo lograr un quiebre que le permitió llevarse el primer parcial. En el segundo todo fue más parejo, pero el argentino encontró la luz de diferencia en el tie break para llevarse el partido.