Y un día volvió a ponerse la camiseta de Gimnasia. Guillermo Barros Schelotto se entrenó por primera vez con el conjunto platense, trece años después de su salida. Tras su paso exitoso, con idolatría incluida en Boca, y una etapa en EE.UU. para jugar en Columbus Crew, el delantero retornó al país para cerrar su carrera en el viejo amor.

“Vengo a dar la cara, poner el hombro y tratar de salir adelante, en éste que es el peor momento del club. No soy ningún mesías ni salvador, pero no podía fallar en esta instancia”, aseguró el Mellizo en su presentación ante una multitud, que lo ovacionó en cada intervención que realizó durante la conferencia de prensa en Estancia Chica.

Barros Schelotto tuvo ayer por la mañana su entrenamiento de bautismo en esta nueva etapa, y escuchó las palabras que Angel Cappa, el director técnico del plantel, le dirigió a todo el equipo, en busca de la mejor puesta a punto en la pretemporada de cara al próximo torneo Clausura. Luego llegó el instante de ser el protagonista principal. Y allí, junto al presidente de la institución, Héctor Delmar, y el DT, el Mellizo explicó su retorno. “Quiero sacar a Gimnasia del lugar en el que está. Durante todos estos años lo dejaron al borde del abismo. Hoy está inmerso en el peor momento y sólo Gimnasia va a lograr sacar a Gimnasia de ese pozo”, aseguró.

El delantero buscará su mejor nivel, pero adelantó que se debe tener en cuenta el tema de la edad. Con 37 años, es uno de los jugadores de más edad que competirán en el próximo certamen. “Por mis años no puedo ser un salvador dentro de la cancha. Intentaré hacer lo mejor posible para sacar adelante a Gimnasia.” Hoy, el conjunto platense tendrá un amistoso ante Defensores de Cambaceres, en el que Barros Schelotto difícilmente tenga un lugar, pero ya levanta el ánimo de sus hinchas. Aun así, es realista: “A veces es mejor dar un paso atrás para avanzar dos para adelante”, remarcó, en referencia a la apremiante situación del Lobo con el tema del descenso.