David Nalbandian no pudo completar de manera perfecta su primera semana en el circuito de la ATP. En la final del certamen de Auckland, el cordobés cayó 6-3, 6-2 con el español David Ferrer, máximo favorito del torneo, en una hora y 8 minutos y no pudo coronar con el título su primer certamen de la temporada, tal como había hecho en 2009, cuando se había impuesto en el certamen de Sydney. Más allá del tropezón en la final, Nalbandian quedará como el mejor argentino del ranking mundial y el próximo lunes aparecerá 22 en el escalafón, justo antes del comienzo del primer Grand Slam del año en el Melbourne Park de Australia.

Todo resultó muy equilibrado en el primer parcial. En el arranque, las primeras chances de quiebre fueron para el argentino, pero no pudo aprovechar ninguna de las tres ocasiones de las que disfrutó. Por eso, el marcador se mantuvo parejo hasta el séptimo game, con los dos manteniendo su servicio y el español con ventaja 4-3. La clave fue en el siguiente juego. En la segunda chance que dispuso en el parcial, Ferrer consiguió el ansiado quiebre que le dio la posibilidad de resolver el set, en apenas 36 minutos. La clave del segmento estuvo en la baja efectividad en el saque que tuvieron ambos, pero que Ferrer pudo disimular mejor, ya que el argentino no lo lastimó demasiado con su devolución.

Nalbandian pareció sentir el impacto psicológico de perder el set inicial. Con menos intensidad, sin poder imponer su primer saque y cometiendo muchos errores, le costó dominar los puntos. Por eso, Ferrer mandaba en sus games de saques con relativa comodidad, mientras que al cordobés todo se le hacía cuesta arriba. De esa forma, ya en el primer game del segundo set, el número 7 del mundo dispuso de su primera ocasión de quiebre, aunque Nalbandian consiguió zafar del mal momento. Sin embargo, ya en el quinto juego no pudo con el español, que logró un rompimiento que valió más que un quiebre: terminó de minar la resistencia del argentino, que entregó en cero su siguiente game de servicio. De ahí en más, sólo fue cuestión de tiempo para que Ferrer consolidara la victoria y celebrara su primer título del año. Con esta derrota, el argentino pierde 7-5 en el historial con el español, aunque muy pronto puede tener revancha, ya que se volverían a cruzar si los dos ganan sus primeros dos partidos en el Melbourne Park la semana que viene.

Hasta llegar a esta instancia, Nalbandian había recorrido un camino impecable, sin ceder ni un solo set. En la primera ronda superó 7-6 (7-3), 6-3 al italiano Fabio Fognini, en la segunda vuelta venció 6-3, 6-2 al alemán Phillip Petzschner, en los cuartos de final se impuso 6-4, 7-6 (7-3) al gigante estadounidense John Isner y en la semifinal derrotó 6-4, 6-2 al español Nicolás Almagro.

De esta manera, Nalbandian no pudo llegar a los doce títulos en su carrera. Hasta ahora, en 2002 consiguió las consagraciones en Basilea y Estoril, luego en 2005 obtuvo los títulos del Masters de Shanghai y Munich, en 2006 celebró otra vez en Estoril, en 2007 logró de manera consecutiva los Masters Series de París y Madrid, en 2008 festejó por única vez en Buenos Aires y en Estocolmo, en 2009 ganó en Sydney y el año pasado consiguió el certamen de Washington.

Y con la derrota igualó en 11 su marca de finales ganadas y perdidas. La primera vez fue en 2001, en el Abierto de Palermo, y luego le siguieron Wimbledon en 2002, Basilea y el Masters Series de Canadá en 2003, otra vez Basilea, el Masters Series de Madrid y el Masters Series de Roma en 2004, y el Masters Series de París, Basilea y Acapulco en 2008. Anoche fue la undécima.