Se lo vende como el partido en el que los dos mejores futbolistas del mundo se enfrentan, y no falta algo de razón. De un lado, la Selección Argentina con Lionel Messi, el astro más talentoso del planeta certificado hasta para la FIFA; del otro, la Selección de Portugal con Cristian Ronaldo, el exquisito que, aunque postergado por Andrés Iniesta o Xavi en la consideración, conserva su halo de jugador distinto y que en algo posterga a Messi: le lleva un gol de diferencia (25 a 24) en la tabla de artilleros de la Liga de España, en la que uno de los goleadores del Mundial de Sudáfrica, David Villa, languidece en el tercer puesto con “apenas” 14 goles.

Messi, de 23 años, elegido como Balón de Oro en las últimas dos temporadas, y Ronaldo, ganador de ese premio en 2008, cuando jugaba en el Manchester United de Inglaterra, son en la actualidad los dueños de la escena del fútbol español, los principales goleadores del torneo y dos de las figuras más seguidas por la prensa deportiva mundial.

Ronaldo, quien ayer cumplió 26 años, es el actual goleador de la liga española, con 25 tantos para el Real Madrid, uno más que Messi, emblema del puntero y actual campeón Barcelona, que disfruta de la punta a siete puntos de su clásico rival y de la goleada que le propinó en la primera ronda por un humillante 5-0, en el estadio Camp Nou.

Messi anotó los tres tantos en la goleada 3-0 ante el Atlético Madrid del sábado, mientras que Ronaldo acaba de retomar la primera ubicación entre los goleadores, con dos conquistas en el triunfo 4-1 frente a la Real Sociedad.

No sólo se parecen en la cantidad de goles y la importancia que tienen para sus equipos, sino que, de paso, son dos de los futbolistas con mejores contratos en el planeta. Ronaldo lidera con 12 millones de euros en su ficha anual con el Madrid, mientras que Messi es el tercero en esa lista con once millones, quinientos mil euros menos que el inglés Wayne Rooney, del Manchester United.

Sin embargo, según algunas publicaciones económicas, las ganancias de Messi habrían llegado en 2010, por todo concepto, a 45 millones de dólares, mientras que el portugués habría cobrado 43 millones.

Además, ambos padecen un mal común: no terminan de concretar en sus seleccionados todo el potencial que muestran a lo largo de las temporadas en sus clubes. Messi jugó cinco partidos en el último Mundial sin marcar un solo tanto, pero Cristiano Ronaldo anotó un único tanto en el torneo, el sexto de la goleada 7-0 sobre Corea del Norte, el único encuentro en el que el seleccionado luso anotó goles en la Copa del Mundo, antes de irse eliminada en octavos de final por España.

En la Selección Argentina, Messi jugó 53 partidos desde 2005 y anotó 17 goles (0,28 por encuentro). En la de Portugal, Cristiano lleva disputados 79 partidos desde 2003, con 25 goles (0,32 por cotejo). Nunca se enfrentaron vistiendo esas camisetas.

Messi no se cree crack. No juega a ser superior ni se cansa de aclarar que los títulos personales se deben a la magia que produce el Barcelona. En cambio, Ronaldo es una máquina de facturar y de mandar presos a los compañeros en la cancha, especialmente cuando no le ceden la pelota para marcar goles.

Real Madrid cubrió con creces la mayor compra en la historia del fútbol mundial, cuando adquirió al portugués al Manchester United de Inglaterra por 96 millones de euros, el 26 de junio de 2009. Pero el club vendió más de un millón y medio de camisetas con el número 7 y el nombre de Ronaldo y las estimaciones de las ganancias por el “merchandising” alusivo al portugués se estiman a la fecha en unos 120 millones de euros.

Ronaldo le puso pimienta a la fría relación entre los dos ídolos, cuando el pasado 10 de enero el argentino se llevó por segunda vez consecutiva el Balón de Oro. “No tengo la obsesión de una rivalidad directa con él –dijo–. Es la misma que siento hacia el resto de jugadores. Una cosa, sin embargo, es cierta: el mejor de todos quiero ser yo. En absoluto siento envidia hacia Messi. Mi prioridad es ganar muchas Ligas de Campeones y españolas con el Real Madrid, no Balones de Oro.”

Messi y Cristiano Ronaldo vuelven a verse las caras por primera vez desde el 29 de noviembre pasado. En esa ocasión, el equipo del argentino, el Barcelona, vapuleó al del portugués, Real Madrid. ¿Será mucho pedir un resultado parecido para mañana?