San Lorenzo había golpeado en el arranque con un gol inesperado, pero dejó que su rival creciera y Racing dio vuelta la historia, con dos centros impecables de Pillud capitalizados por el colombiano Teófilo Gutiérrez. De esta manera, el equipo de Miguel Angel Russo sumó seis partidos sin saber de derrotas como visitante y se prendió en la lucha por los primeros lugares. En espejo, el conjunto de Ramón Díaz perdió una racha de seis encuentros sin caer en el Nuevo Gasómetro y quedó a tres de Olimpo. Si Estudiantes gana hoy, el club de Boedo quedará a cinco de la punta.

Racing mostró de entrada que no iba a meterse atrás. Sin un conductor que tomara la posta de Giovanni Moreno, el equipo de Avellaneda explotó el sector derecho con la subidas venenosas de Pillud. Sin embargo, San Lorenzo, que no había inquietado en los primeros minutos, abrió la cuenta con un gol inmerecido, cuando Salgueiro tiró un corner preciso, Bottinelli entró en carrera y cabeceó en soledad ante la parsimonia de los marcadores. Pese a la desventaja, el visitante continuó manejando el trámite. Y como los volantes del local no mostraron ningún compromiso por la marca, el equipo de Russo, lanzado en velocidad, comenzó a aprovechar todas las grietas que ofrecía su rival en el fondo.

Ante la carencia de sociedades en el mediocampo de San Lorenzo, Racing se impulsó en el vuelo ofensivo de Pillud y la precisión de Gutiérrez para torcer el rumbo. Luego de un cambio de frente magnífico de Yacob, Pillud metió una pelota al corazón del área y el colombiano definió de palomita. El delantero ya había avisado un minuto antes, mediante un cabezazo que exigió una volada de Migliore.

Con la misma fórmula del primer gol, los de Avellaneda volvieron a golpear en el segundo tiempo. Pillud apareció nuevamente por su banda, metió un centro rasante y Gutiérrez definió con un toque preciso frente a Migliore. Lejos de meterse atrás, Racing trató de cerrar el partido fundamentándose en la tenencia de la pelota. Así, tuvo una catarata de chances claras, que fueron desperdiciadas. San Lorenzo se despertó en los últimos minutos, pero sufrió por el bajo rendimiento de Ortigoza y el poco peso de Salgueiro.