El equipo argentino de Copa Davis comenzó a abrir el camino hacia la obtención de la esquiva Ensaladera de Plata. Sin el tinte dramático de la primera jornada, Juan Ignacio Chela y Eduardo Schwank cerraron la serie casi sin despeinarse, mediante un triunfo tan contundente como inobjetable. Con una actuación implacable del santafesino y un sólido acompañamiento del bonaerense, la dupla pasó por arriba a los rumanos Horia Tecau y Víctor Hanescu por 6-2, 7-6 y 6-1. De esta manera, Argentina, que nunca perdió una serie en Buenos Aires desde su vuelta al Grupo Mundial en 2002, jugará los cuartos de final de la Davis por décimo año consecutivo, cuando reciba a República Checa o a Kazajistán entre los días 8 y 10 de julio. Sin embargo, el triunfo no fue gratis, ya que David Nalbandian, abanderado del equipo nacional, sufrió un desgarro que le demandará un mes de recuperación, por lo que se perderá los Masters 1000 de Indian Wells y Miami.

“Este es el año”, rezaba una bandera ubicada detrás del banco argentino. Y aunque la mayoría de los tenistas de la legión no estén en su mejor versión, lo cierto es que el grupo dio sobradas muestras de haber recuperado una unión que se había resquebrajado. En ese orden, Nalbandian y Juan Mónaco no ocultaron su efusividad durante el partido de ayer, con gritos de aliento y un baño de champagne entre los jugadores luego de la victoria. Además, ya trascendió que el cordobés mantuvo una larga charla con Juan Martín Del Potro, en la que aclararon sus diferencias y acordaron tirar para el mismo lado. Son algunos factores que, sumados al buen rendimiento de Chela en la gira sudamericana, invitan a soñar.

La vibrante tarde del pasado viernes, que incluyó el llanto de Nalbandian y la garra de Mónaco, iba a ser casi imposible de superar. No obstante, una añeja máxima tenística dice que el verdadero clima de Copa Davis se respira durante los partidos de dobles. Por dicha razón, si bien presentó algunos claros, el estadio del Parque Roca tuvo una convocatoria muy superior a la del día anterior, con más de 12 mil espectadores que debieron soportar una temperatura sofocante. “Liquiden el partido rápido que tengo calor”, gritó uno en el arranque, en medio de un constante ambiente hostil diseñado para perjudicar a los rumanos.

Mucho se había hablado de la polémica decisión de Modesto Vázquez, quien decidió romper la dupla de Schwank y Zeballos, con el objetivo de darle lugar al buen momento que atraviesa Chela. Pero lejos de mostrar algunas dudas que permitieran disparar cuestionamientos, la pareja, que hizo su estreno en la Davis, funcionó a la perfección. Y aunque los semifinalistas de Wimbledon 2010 tengan pergaminos en la modalidad, sorprendió que resolvieran el duelo con tanta comodidad, ya que Tecau y Hanescu venían de ganar el ATP de Acapulco. Como la serie ya está definida, los dos singles de hoy se jugarán a tres sets, aunque todavía no se sabe qué tenistas saldrán a la cancha.

En el primer set, el de Ciudad Evita jugó con su habitual repertorio de golpes planos desde el fondo, mientras que el santafesino definió con precisión en la red. A diferencia del parcial anterior, el segundo fue mucho más parejo, con dos quiebres por lado y un tie break vibrante, que finalizó 10-8. Con la cabeza puesta en el viaje de vuelta, los rumanos bajaron los brazos en el tercer parcial, que estuvo completamente de más. Así se decretó el final, que tuvo la postal de un revoleo de remeras generalizado. El festejo fue una explosión de lo vivido durante toda la serie, ya que estuvo potenciado por todos los momentos que quedarán para el recuerdo, entre los cuales se destaca la épica victoria de Nalbandian lesionado, que estará un mes inactivo y se perderá los ATP 1000 de Indian Wells y Miami. Todavía no se sabe qué tipo de tratamiento utilizará para recuperarse, pero la hernia inguinal que padece hace 15 días potenció el desgarro en el aductor.

Informe: Andrés Pappagallo.