El representante de Ariel Ortega, Antonio Caliendo, señaló ayer que el regreso del jujeño a River Plate “está más difícil que el jueves”, tras el fallido intento de reunirse nuevamente con la dirigencia del Fenerbahce de Turquía. “La situación está mucho peor que el jueves. Hoy (por ayer) no nos pudimos reunir más allá de nuestras intenciones de seguir con las conversaciones para que Ariel no juegue más en Turquía”, dijo Caliendo.
Asimismo, el representante del “Burrito” Ortega desmintió que haya mantenido contacto con el titular de River, José María Aguilar. En otro orden, Caliendo reconoció que las autoridades de la entidad turca “quieren recuperar los 7,5 millones de dólares que pagaron por el jugador en junio pasado” y ninguna de las partes interesadas (Ortega y River) están dispuestas a hacerlo. Además, existe un segundo escollo para concretar el retorno: el resarcimiento económico por los 2 millones de dólares que Fenerbahce le pagó a Ortega por el primero de los tres años de contrato.
En consecuencia, las posibilidades de concreción del regreso de uno de los últimos ídolos de River es utópico, más allá del deseo del propio futbolista y de los directivos del club de Núñez. Ortega desea abandonar el fútbol turco por tres motivos: su dificultad para adaptarse a la modalidad de vida del país, su mala relación con el entrenador Werner Lorant, quien lo acusó de tener poca predisposición al trabajo, y la indiferencia que mantiene con sus compañeros. El jugador tenía la intención de irse después del partido que el seleccionado argentino jugará el próximo miércoles 12 ante Holanda, en Amsterdam. No podrá ser.