Lejos de la imagen que regaló en el comienzo del torneo, Racing volvió a perder ayer como local, esta vez frente a Tigre por 2-1, y dejó pasar una inmejorable chance para prenderse en la lucha. La de ayer fue la tercera derrota del equipo de Miguel Russo en su propio estadio, ya que tras vencer a Olimpo había caído ante Boca y Estudiantes.

Racing, consciente de su necesidad de una victoria para volverse a meter en la pelea, salió a jugar frente a Tigre con determinación, asumiendo la iniciativa. Y creció de la mano del colombiano Teófilo Gutiérrez, quien no tardó en arrimar peligro al arco de Islas. Tuvo un mano a mano, luego de una buena habilitación de Hauche, pero definió al cuerpo del arquero. Después fue el colombiano el que habilitó a Hauche, que la picó sobre el arquero y terminó despejando Echeverría sobre la línea.

Pero no avanzó de las buenas intenciones y así Racing dejó crecer a Tigre, que se asentó y comenzó a llegar por las bandas, complicando a la defensa del equipo de Avellaneda. Precisamente, de uno de esos avances llegó la apertura del marcador para los de Victoria, a los 24 minutos. Fue tras un centro al área desde la izquierda, que Martínez no logró despejar y Pernía terminó encontrando la pelota en el área para rematar de zurda al primer palo. El arquero Fernández no lo pudo evitar.

Tigre estuvo cerca de ampliar tras una falla de Pillud que capitalizó Román Martínez con un remate desde el área chica que se le fue por arriba.

Racing no se resignaba y, aunque le costaba romper la barrera defensiva del equipo de Arruabarrena, de a ratos se imponía ante un rival que esperaba su oportunidad de contraataque. Tanto le costaba arriba, que Racing probó suerte con remates desde afuera, pero Islas estaba atento, tanto que también tapó espectacularmente un cabezazo bravo de Hauche.

La presión por estar perdiendo en su cancha le jugó una mala pasada a Racing. Una tontería de Licht, quien aplaudió irónicamente al árbitro Laverni porque éste le mostró una amarilla por una clara falta desde atrás en la puerta del área, terminó recibiendo una roja y así dejó a su equipo con diez.

Pero venía más sufrimiento para el local. En jugada de tiro de esquina, ejecutada por Leone, Stracqualursi le ganó la posición a Lugüercio (al lado miraba Cahais) y cabeceó limpio desde el corazón del área para poner el 2-0, que fue demoledor.

El desorden y la desesperación hicieron estragos en Racing, que ya no se parecía en nada al del arranque. Tigre, en cambio, se agrandó y hasta estuvo cerca del tercero. Lo tuvo otra vez Román Martínez, pero su remate se fue raspando el palo. Racing, a los 76, descontó en jugada de pelota parada. Tiro libre de Fariña (que después se iba a ir expulsado) y cabezazo de Yacob para el descuento.