El panorama chato en el que se encuentra inmerso el fútbol argentino hace que los punteros del campeonato, River, un equipo acuciado por los fantasmas, y Estudiantes, que juega la Copa Libertadores, hayan sumado apenas 15 puntos, una eficacia de apenas el 62,5 por ciento. La tendencia no es nueva, se agravó respecto de los últimos tres campeonatos. A esta misma altura, los líderes sumaban 17 unidades y una efectividad apenas superior (70,83). Sin embargo, Estudiantes, escolta a un punto en el torneo pasado, adeudaba el clásico frente a Gimnasia.

La tabla de posiciones no sólo está marcada por la baja efectividad, sino también por la paridad. Entre los líderes y Boca, 15º colocado del campeonato, hay sólo 5 puntos de diferencia. Al término de la octava fecha del Clausura 2010, el equipo que hoy dirige Julio Falcioni también estaba en la 15ª posición, aunque la situación era diferente, ya que el puntero Independiente le llevaba 9 unidades.

Ni siquiera la localía sirve como elemento a la hora de pronosticar los resultados. En lo que va del campeonato, hubo 29 victorias de los visitantes, 23 de los locales y 17 empates. Lanús, Arsenal, Huracán y Argentinos son los únicos equipos que no perdieron en su cancha. Y aunque el equipo de Pedro Troglio tampoco sepa de derrotas en calidad de visitante, empató tres de los cuatro compromisos que afrontó en La Paternal. De los 79 partidos que se llevan disputados en el Clausura, 15 terminaron 1-0.

La octava fecha también arrojó un dato que ilustra el momento que atraviesan los dos clubes más grandes del fútbol argentino: Boca y River ganaron por segundo fin de semana consecutivo luego de casi tres años. El antecedente más reciente fue en el Clausura 2008, cuando ambos elencos se adjudicaron tres partidos seguidos a partir de la fecha 17. La última vez que Boca había logrado hilvanar dos triunfos en fila fue a mediados del campeonato pasado, cuando el conjunto que dirigía Claudio Borghi derrotó a Tigre y a Huracán.

A mediados de 2004, Newell’s causó una extraña revolución. El club rosarino, dirigido por Américo Gallego, aprovechó que Boca se encontraba signado por la salida de Carlos Bianchi y que River había vendido a varias figuras. Así, rompió con la hegemonía de los equipos grandes, al consagrarse en el torneo Apertura. No obstante, pasó a la historia como el campeón con menor cantidad de puntos en torneos cortos (36), con apenas el 63,15 por ciento de eficacia.

Aunque las estadísticas de ese campeonato eran pobres, River, el puntero de la octava fecha, tenía una efectividad superior a la de los líderes del actual torneo y de las últimas tres ediciones. Y no sólo eso: la diferencia que mantenía con Central, el 15º colocado, era de 10 puntos, exactamente el doble de la que le lleva hoy a Boca. ¿Habrá un nuevo campeón con record negativo en el fútbol argentino?

Producción: Andrés Pappagallo.